"THE EXPLOSIÓN SLAYER" (Bakugo en Kimetsu No Yaiba)

CAPITULO 62: "EL LEGADO"

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Luego de una gran tarde de convivencia entre Bakugo y Nezuko, ahora entre el cielo estrellado y los faroles de una ciudad, el pelicenizo se encontraba llegando por fin a la finca de la familia Rengoku, claro, con una Nezuko dormida profundamente aún en su hombro... Hasta que para su alivio al fin podía divisar a unos metros la entrada de la residencia que tanto buscaba

Obviamente lo primero que hizo, fue tocar el gran portón de madera, pues no estaba de humor como por si había otro pleito con Shinjirou, pero nadie atendía la puerta, entonces solo le quedaban dos opciones, dejar a Nezuko en la puerta recargada hasta que le abrieran en la mañana o colarse junto a ella a la finca y dormir de polizones por ahora

--Bueno, que se le va a hacer...--

Bakugo estaba por dejar sentada a Nezuko en el portón

Pero justo ahí pudo escuchar no muy lejos que unos pasos se acercaban a la puerta

--Buenas noc... ¿Señor Bakugo?-- El que pregunto eso fue el somnoliento Senjuro, quien al ver al rubio con Nezuko dormida en su espalda, de inmediato se dio una bofetada para espantarse el sueño --¿Qué hace aquí?--

--¿Qué qué hago aquí? Es obvio mocoso, hago un trabajo que no debía...-- Respondió el rubio con molestia --Nezuko me comento que tu padre se ofreció a entrenarla antes de que ingresara con los demás hashiras...--

--Oh cierto, creímos que ya no vendría...--

--Pues si vino, solo que se quedó dormida, pero en fin, el punto es que yo tengo otros planes y me tengo que ir, ¿Tienes alguna habitación libre?--

--Oh si claro, pase por favor, de hecho le prepare una habitación a la señorita Nezuko desde la tarde-- Habló el mecha roja dando paso a Katsuki y Nezuko

Ambos entraron a la oscura finca la cual solo era iluminada por uno que otro farol, con cuidado ingresaron a la mansión, donde Senjuro los guiaba con sumo silencio a una habitación del segundo piso, ni Bakugo ni el niño entablaron una conversación, la primera razón era que Bakugo no estaba de humor y la segunda que el chico estaba somnoliento

--Es aquí...-- Susurro el menor abriendo una puerta corrediza que mostró una habitación de buen tamaño, con muebles de madera de calidad y con floreros decorados

--Mmm... Te tomaste tu tiempo para decorarla querías impresionarla, ¿No?-- Bakugo arqueó una ceja mirando fijamente al niño quien miró para otro lado de la vergüenza --Ja, solo bromeo mocoso--

Con esa pequeña risa el pelicenizo se dirigió a dejar a Nezuko en el futón que esa habitación tenía, la acomodo para que durmiera bien y dejando sus cosas como su haori y su katana sobre la mesita de noche estaba todo listo

--Cuídala...--

--Lo haré señor--

--Bien... Me voy-- Luego de decir eso Bakugo desapareció de un parpadeo frente a Senjuro

El chico del aliento explosivo ya había cumplido con lo que él y Nezuko acordaron, que era ir a visitar la tumba de Kyojuro y de paso platicar sobre lo que les venía en el futuro con respecto al entrenamiento y también lo curioso era que así como la Kamado se había conseguido un entrenamiento especial con Shinjurou, nuestro protagonista también hizo de las suyas logrando que Tengen accediera a entrenarlo por separado

Que de hecho era justo lo que estaba a punto de pasar, pues luego de casi una hora de camino y de vuelo, Bakugo regreso a la finca de Tengen, todo el sitio ya estaba oscuro en señal de que el ejercicio general acabo, seguramente sus otros cuatro compañeros ya estaban durmiendo y eso estaba bien para él, pues no fue a descansar, de hecho se dirigió a la cima de la colina que estaba más lejos y donde como imagino, el ex pilar se hallaba esperándolo con un traje azul que seguro era de su época de ninja y con la otra espada que le quedó luego de su última pelea a la mano