CAPITULO 65: "EL VENENO DE LA CULPA"

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"HACE MÁS DE 11 AÑOS"

Narración de Iguro:

Culpa... 

Esa es la palabra que me representa más que nada, es un sentimiento que está en mí a pesar de que no hice algo para merecerla... 

Siento asco y repulsión de mi mismo, todo porque cargó con todos los pecados que mi familia cometió...

Yo nací en un clan maldito, sucio y codicioso. Mi familia, era una bola de ladrones que vivían de una cantidad excesiva de riquezas, construyeron mansiones con dinero que era robado... Cuando crecí un poco y ya era consciente de lo que pasaba a mi alrededor, noté que extrañamente en ese lugar solo había mujeres viviendo, mi madre se excuso argumentando que hace 370 años no se engendraba algún varón, algo que no tenía sentido...

Pero yo me di cuenta de que algo no andaba bien, notando mucho más eso cuando deje de ser un bebé y al ser un niño de no más de 5 años fui encerrado por completo en una fría celda en lo más oscuro de la mansión. Mis abuelas, tías, primas y mi misma madre eran afectuosas conmigo, pero lo hacían de manera tan exagerada que se notaba que eran falsas. De cualquier manera lo único que nunca me faltaba era comida, pero me llevaban tanta que parecía como si solo fuera un animal al que engordar, empeorando con el tiempo porque ese sitio tenía un desagradable olor a aceite y eso me quitaba el apetito

Por las noches aún recuerdo que escuchaba a algo arrastrándose en lo que era el segundo piso, no, de hecho era por todos los alrededores, sentía una mirada fija en mí, me daba tanto miedo que hasta sudaba en todo el cuerpo y solo podía dormir hasta que ese ruido se detuviera

Así fue durante unos malditos y largos 7 años, hasta que me sacaron a los 12 de mi encarcelamiento, para llevarme a lo que era una habitación muy lujosa llena de luces y arreglos elegantes. Y justo en la parte central del lugar, sentada y moviendo su cuerpo de forma retorcida como si fuera una diosa maldita, se encontraba un demonio mujer cuya parte inferior del cuerpo era la de una enorme serpiente, tenía unos asquerosos ojos de reptil que me miraban fijamente. Mi miedo solo iba aumentando, especialmente cuando note que alrededor de donde ella estaba postrada se encontraban varios cráneos humanos, como si fuera una diosa a la cual alabar

--Mmm... Eres tú... Iguro Obanai...-- Pronunció su nombre aquella mujer con una sonrisa que desprendía maldad y sacando su lengua que seguro estaba percibiendo el miedo del niño

--(Esa mujer... N-no, esa cosa... Era lo que me estuvo mirando todas las noches)-- Pensó el de ojos bicolor, quien llegó a esa conclusión con tan solo mirarla fijamente

--Pero es algo pequeño...-- Aquel demonio dijo mientras rodeaba el cuerpo de Iguro observándolo de pies a cabeza --Quizás debería dejarlo crecer otro poco--

--¿Q-qué es lo que quieres de mí?--

--¿Lo que quiero?, ¿No es obvio? Al parecer estar encerrado tanto tiempo no te ha dado la solución a esas dudas... Dime Iguro... ¿De donde piensas que saca dinero tu familia?, ¿De trabajo? Naaah... Estás personas a las que tu llamas familia en realidad se la han pasado años alimentándome con sus bebés-- Ella se acerco y paso su asquerosa lengua por la mejilla de Obanai --Me encantan los varones, por eso no ves a otro por aquí...--

Fue entonces que Iguro se dio cuenta de la cruda verdad de su familia, ese demonio era el medio de manutención de ellas, por eso no había hombres, porque a cambio de ese dinero robado que la serpiente conseguía, ellas sacrificaban a sus hijos y él al parecer solo había nacido para morir devorado

"THE EXPLOSIÓN SLAYER"  (Bakugo en Kimetsu No Yaiba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora