El ascenso de los Drakens

Aniversarios

Notas:

N/A: ¡Este capítulo es para RainbowDuck, feliz cumpleaños, amor! Espero que les guste este capítulo.

Ultima vez

A Harry no le gustaba esta fiebre, era diferente a la mayoría de las fiebres, era más caliente, aparecía demasiado rápido, sus efectos en Draco fueron lo suficientemente rápidos como para evitar que se lo hiciera saber de antemano y debilitante en extremo, lo suficiente como para inhibirlo. de hablar o moverse. Draco ni siquiera estaba consciente cuando Nasta lo llevó al hospital. Esta... enfermedad, fuera lo que fuese, era rápida, virulenta y destructiva. Tenían que averiguar qué era, qué lo causaba y cómo tratarlo para siempre, de lo contrario, Harry no estaba seguro de qué le pasaría a Draco y el pensamiento de eso hizo que las lágrimas brotaran de sus ojos antes de que las evitara con saña. no dejaría ir a Draco... Draco era suyo y nada, ni siquiera una enfermedad desconocida, iba a alejar a su pareja de él. Él no lo dejaría.

(Consulte el final del capítulo para ).

Texto del capítulo

Capítulo Noventa y Cuatro – Aniversarios

Al igual que la última vez, la fiebre de Draco bajó y estaba sentado, hablando, riendo y siendo normal solo dos días después de haber sido llevado de urgencia al hospital en medio de la noche.

Insistió en que se sentía perfectamente bien y que los sanadores estaban completamente desconcertados sobre lo que había sucedido, qué estaba causando la fiebre en primer lugar y qué era exactamente la fiebre si iba a seguir volviendo. Nunca habían oído hablar de eso antes y eso los tenía a todos preocupados, aunque trataron de no mostrar eso alrededor de Draco, quien, una semana después de haber sido admitido en el hospital, estaba siendo dado de alta con cautela nuevamente.

Por supuesto, Draco se quejaba de cuánto tiempo había tenido que quedarse en el hospital cuando estaba "bien", pero Harry no estaba seguro de que el hospital debería darle el alta nuevamente cuando, una vez más, no sabían qué era lo que estaba pasando. mal con el

Los sanadores le insistieron a Lucius Malfoy que Draco solo tenía fiebre, nada peor que eso, pero no sabían por qué tenía fiebre o qué la causaba, lo que tenía a Harry muy asustado.

Eva y Ave ahora tenían dos meses y crecían día a día, ahora solo tenían diez minutos de diferencia en sus horarios y se acercaban a estar completamente sincronizados a medida que pasaban los días.

Aparte de eso y de la misteriosa enfermedad de Draco, no había pasado mucho, marzo había sido un mes tranquilo, por lo que Harry estaba agradecido, ya que podía concentrarse por completo en Draco y en su estudio de Pociones, algo que estaba casi obligado a hacer.

Deslizó su mirada hacia Draco, quien estaba envuelto en el sofá, Nasta se sentó en la silla cerca de él para asegurarse de que no se levantara. A pesar de insistir en que estaba absolutamente bien, Nasta no tenía nada de eso mientras se sentaba en la silla haciendo el papeleo que había asumido para la Reserva Brecon en lugar de ir a hacer el trabajo físico con los dragones reales. Todos sabían cuánto odiaba Nasta el papeleo, pero aun así se había puesto a sí mismo en tareas de papeleo solo para poder quedarse en casa y asegurarse de que Draco estuviera bien y que no se moviera.

Draco estaba atascado leyendo libros todo el día todos los días, no es que le importara, simplemente sentía que estaba siendo inútil y perdiendo el tiempo mientras Harry corría a su alrededor, persiguiendo a los niños y haciendo la limpieza y el lavado, pero hasta que se enteraron. lo que estaba mal con él, Nasta no iba a dejar que se esforzara ni un poco.

"Mamá, eh bana essa nahba ga". Calix dijo y Harry lo miró sin comprender.

"¿Estás hablando en un idioma diferente, bebé? Nunca puedo entender una palabra de lo que dices. Harry respondió mientras levantaba a Calix y le hacía cosquillas para escuchar los chillidos y las risitas del bebé.