Capítulo 3 : Mal Día

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Dedicado a Gabriela-SK por las palabras que dan nombre e inspiración a este capitulo.

—Rin, ¿tú me has traído esas flores?

Su amigo negó con la cabeza.

—¿Tienes un admirador secreto? —se burló.

Sousuke no era tan coqueto como él. Su experiencia era nula en cuanto a las relaciones amorosas se refería y su amigo siempre encontraba un buen momento para recordárselo. Sin embargo, Yamazaki estaba tan acostumbrado a estas bromas que sólo chisteó la lengua con indiferencia.

—A parte de mis padres y tú, dudo que alguien más viniera.

Rin se movió de su lugar. Se acercó a inspeccionar las margaritas como si de un puzzle complejo se tratara. Tras un silencio, varió la posición de algunas de ellas logrando una mayor armonía y se giró a ver a su amigo.

—Debes tener más amigos de los que piensas.

Sousuke bufó. No pensaba lo mismo.

—Mis compañeros de trabajo no son tan cercanos. Y Momo y Aiichiro seguro que ni siquiera se han enterado de que estoy aquí.

—Tal vez fueron tus padres —dijo restándole importancia.

Dudaba que su madre hubiera puesto allí algo completamente inútil. No, no era algo que ella haría, en ese aspecto se parecían bastante, pero no quiso rebatirlo. No tenía importancia. Tal vez el olor de esas flores simplemente se mezclaron en sus sentidos al soñar esas cosas extrañas.

... 🖤🤍... 💙🖤...

Rin no tardó en marcharse. Pasó allí más de una hora pero no podía faltar a sus entreno. Sousuke, de hecho, hubiera sido el primero que le exigiría que no se lo saltara. Su amigo tenía que seguir con su vida y él no necesitaba que lo vigilarán. Tampoco estuvo por mucho tiempo solo pues minutos después llegó la enfermera para traerle el almuerzo y cambiar el suero y los analgésicos. E inmediatamente después volvió el doctor.

—Sean muy buenas tardes, señor Yamazaki.

Sousuke inclinó la cabeza en forma de saludo y lo siguió con la mirada. El muchacho comprobó pausada y minuciosamente los goteros recién llegados. ¿No era eso un poco obsesivo? No había necesidad de ser tan meticuloso pero... agradeció el acercamiento. Pudo observarlo mejor. Era incluso más hermoso de cerca. Tenía la piel muy pálida y tersa como porcelana. Sousuke distinguió un minúsculo lunar en su cuello y deseó pasar dedos, tal vez sus labios, por allí. Sus alegres ojos verdes se posaron en los suyos  sacándolo de la ensoñación.

—No ha probado bocado. —observó.

Sousuke miró de soslayo la comida, recién llegada. Probablemente era insípida. Pensó en tomarla, pero el doctor irrumpió tan pronto el enfermero se había id distrayéndolo a su vez. También en su apetito. De pronto le era más tentador seguir hablando con él que comer.

—Yo... iba a hacerlo ahora pero llegaste.

—Oh, perdone mi intromisión, señor Yamazaki.

—No sea tan formal, doctor... esto... —se sobó la nuca.

Por primera vez se dio cuenta de que no sabía su nombre.

—Tachibana.

—Tachibana. —repitió para sí degustándolo en sus labios.

—¿Cómo desea, pues, qué me refiera a usted? —dijo con su excesiva cordialidad.

—Sólo Yamazaki. Tampoco me diga usted. No puedo ser mucho mayor que tú.

Enamorando al Doctor [Free!] [MakoSou / SouMako] Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora