°Primera decepción

94 7 5
                                    

La fiesta por el cumpleaños del Barón llegó,el Barón tenía su atención al cien porciento en la Canadiense.Se había vuelto adicto a ella y en parte un alivio para mí

—¿También está aburrida?—pregunto Fausto

—no puedo creer que su plan funcionará de maravilla—nos miramos

—lo que me propongo lo cumplo—ambos dirigimos nuestra mirada al Barón quien tenía en sus piernas sentada a la chica,le succionaba del cuello la sangre y a la vez ella se movía con el pene del Barón dentro

—por favor no me diga que todas las fiestas terminan en orgías—el se rio

—no todas pero si la mayoría—el Barón llamo a un mesero y después este camino hacia nosotros

—señorita Marry el Barón solicitá su presencia—mire a Fausto y el me animo a ir.

Caminé hasta el Barón quien soltó a la chica y la bajó de su resago

—Barón—le hice una reverencia

—¿Cómo está mi linda?—pregunto ido,un fuerte aroma a licor llegó hasta mí

—muy bien Barón—me sonrió de manera tierna,se levantó y se puso frente a mí

—¡Pongan una balada!—guardo su pene en sus prendas.

Una mujer comenzó a cantar y el Barón me tomó y comenzó a bailar guiando cada paso, busqué a Fausto con la mirada, cuando lo encontré ví cómo nos miraba seriamente

—no sabes cuánto extraño tu sangré—me enseñó sus colmillos y se acercó a mí cuello

—sea delicado por favor—como agujas se clavaron en mi cuello y comenzó a succionar mientras seguíamos bailando—más despacio—pedí y el bajo el ritmo de la succión.

Al terminar de tomar de mi sangre me sentí cansada

—mi hijo es un idiota,supo cómo cambiarme una chica por otra—se quejó—pero sabes,lo bueno de ser el jefe de todo.Es que puedo hacer lo que quiera y con quién quiera,no te dejaré  tan fácil—me soltó y se fué en busca de otra mujer.

Fausto llegó a mi lado

—vamos—me sacó del salón y me acompañó a mi habitación

—no me dejará tan fácil Fausto—le comenté ya en mi cama

—no te preocupes se aburrirá de tí como con todas sus concubinas solo hay que tener paciencia

—¿Y si no?—no me contestó se quedó callado

—no debes pensar en eso, descansa mañana será nuestra primera cita—.

Me cubrió con una sábana y se fué.

Mañana:

Me estaba arreglando para mi cita con Fausto,la moda había retrocedido un poco a las mujeres de hombres importantes si o si las obligaban a usar siempre vestido,no importaba el diseño, debía ser vestido.

Bajé a la recepción de la casa a esperar a Fausto

—señorita—me habló una muchacha—el joven Fausto tuvo que salir de emergencia,me pidió que le avisará

—gracias—suspire,la puerta se abrió imaginé que era Fausto, pero solo era el mayordomo.

Lo esperé toda la tarde para ver si aún podíamos hacer algo, llegó la noche y desde la ventana ví su carro llegar,de el bajó su chófer él,un hombre y tres mujeres

—te dije Fausto estás putas son puras diversión—.

Con qué esa era la emergencia,me enojé y mucho,el joven Fausto faltó a su palabra.

Me aparté de la ventana para no seguir viendo el espectáculo,me quité el maquillaje y peinado que con tanto esmero hice.

Cuando estube apunto de cambiar mi vestido por mi pijama llamaron a la puerta,me levanté para abrir

—perdón—se disculpó Fausto entregandome un ramo de flores,las hubiera aceptado de no ser porque estaba ebrio y abrazado de una de las mujeres

—no tiene porque diaculparse joven Fausto

—toma las flores—se soltó por unos segundos de la mujer y a la fuerza me las puso en las manos.Apenas y las colocó se las lancé en la cara y cerré la puerta con seguro—¡Váyase!

—no te enojes te traje flores

—no insistas cariño vamos a divertirnos—todo fue silencio abrí la puerta y ellos se estaban llendo.

Caminé hacia ellos ambos voltearon a verme,los pase no sin perder la oportunidad de enseñarles mi dedo de enmedio y me dirigí a la habitación del Barón.

Toqué la puerta y está fué abierta por la canadiense

—esta ocupado, puede volver luego—la chica me impidió caminar así que me metí a la habitación a la fuerza.

Encontré al Barón saliendo de bañarse

—¿Me extrañas?—corrí a sus brazos y lo abracé—dejanos solos—le ordenó a la canadiense—¿Ahora que pasó?

—Fausto me dejó plantada y se fué con unas prostitutas

—¿Qué esperabas de un mujeriego? cuando se casen son cosas que tendrás que aguantar

—¿Porque?

—por qué sí

—¿Hay alguna forma de evitarlo

—la solución sería que no te cases, lamentablemente el pidió tu mano y solo el puede romper el compromiso

—si hubiera sabido no aceptaba—me lamenté

—aun tienes un espacio especial en mi cama,vamos a dormir—.

Tomados de las manos caminamos a su cama.El rol de romántico me había caído perfecto,nos acostamos en cucharita.Dió unas cuantas caricias en mi brazo y mejilla y me quedé dormida.

Baron SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora