Stay with me {Carligor}

6.

Ninguno sabía cuánto tiempo llevaban discutiendo. ¿Cinco minutos? ¿Diez? ¿Cuarenta? Insuficientes para poder ponerse de acuerdo, pues ambos seguían aferrados a sus posturas, sin  intención de ceder en lo más mínimo.

Por suerte o por desgracia, se vieron obligados a parar cuando el móvil de Carlo comenzó a vibrar, señal de que estaba recibiendo varios mensajes. El italiano, con el ceño fruncido, le pidió un momento a Igor para mirarlos, rodando los ojos al ver que se trataba de su hermano.

Toni
SALINAS HA DEJADO A LA NOVIA 17:32 ✔️✔️
O ella a él, no sé, me da igual 17:33 ✔️✔️
Lo importante es que ahora está libre jeje 17:33  ✔️✔️
Es mi oportunidad, creo que se lo voy a contar 17:35 ✔️✔️
QUE TIENE NUEVA SECRETARIA 17:40 ✔️✔️
Y LA TÍA TIENE VOZ DE ACTRIZ PORNO 17:40 ✔️✔️
La tía ésta le gusta, se lo noto 17:45 ✔️✔️
Vente cagando hostias 18:00 ✔️✔️
La voy a matar, no es negociable, me tienes que ayudar con el cuerpo así que VENTE YA 18:02 ✔️✔️

— Jooooooooder —se quejó Carlo, soltando un bufido antes de contestar un “no hagas nada estúpido hasta que llegue, ya voy” y guardarse el móvil en uno de los bolsillos del pantalón.

— ¿Pasiar algo malo? ¿Necesitiar ayuda? —Preguntó Igor preocupado, dejando atrás sus diferencias con el rubio.

— No, nada; que mi hermano es un dramas y el abogado un guarro, lo de siempre. —Rodó los ojos antes de suspirar con hartazgo. —Me tengo que ir para evitar que hagan alguna tontería.

— Si me necesitia solo tiene que llamiar e Igor ir a ayudiar, ya lo sabie.

Carlo lo miró durante un momento en silencio antes de sentir ligeramente y dedicarle una pequeña sonrisa. Después, se giró rápidamente y fue hasta la cápsula, llamando a la puertecita y avisando a su tiny de que se tenían que ir.

Con evidente reticencia, ambos tinys salieron con caritas tristes, sin querer separarse tan pronto. Ambos se quedaron junto a la puertecita, frente a frente pero sin mirarse directamente.

— Me ha gustadio conocerte... —consiguió decir tiny Igor, muy tímido y balanceándose sobre sus piececitos en un gesto nervioso.

— A mí también —añadió tiny Carlo rápidamente, sintiendo cómo sus mofletitos se calentaban en un pequeño sonrojo por la vergüenza. —Me lo he pasado muy bien contigo...

En ese momento, ambos consiguieron reunir el valor suficiente para mirarse a los ojos y, como si se hubieran puesto de acuerdo tácitamente, se volvieron hacia sus humanos haciendo expresiones idénticas de súplica, logrando como resultado un par de pucheros devastadoramente tiernos.

— ¿Puedie Carlo venir a mi cápsulia? —pidió tiny Igor con una vocecita casi aniñada —Igor querier enseñársela y que Carlo toquie el piano... por favor.

— ¿Puedo ir? —El pequeño tiny juntó sus manos en un gesto de súplica mientras miraba a su humano —Me ha dicho que tiene muchas Thompsons y que me regalará una. Y quiero tocar el piano... podría tocarlo para ti también... si quieres.

Tanto Carlo como Igor se quedaron mudos mirando a sus tinys. Era increíble ver a versiones pequeñas de sí mismos portándose así. Carlo en ese momento, viendo a su tiny ser tan adorable, pudo entender cómo Toni era un pusilánime con el suyo.

—... Vale... —acabó concediendo, incapaz de decir que no y sintiéndose un blando por haber claudicado tan rápido. ¿Con qué cara iba a criticar ahora a su hermano? Maldita sea. —Pero ahora nos tenemos que ir. Mañana os volvéis a ver.

Todos miraron a Igor, que tras tragar saliva, acabó desviando la vista y asintiendo ligeramente, también reprendiéndose a sí mismo por consentir e incentivar algo que, a todas luces, no era más que una muestra de debilidad imperdonable por su parte.