Capítulo 7: Tuyo

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—Lady Eckhart —saludó alguien mientras Penélope tomaba una copa de champán de la bandeja del servidor. Contuvo un suspiro: desde que terminó el baile con Callisto, de repente se vio invadida por mujeres que querían un chisme y hombres que pensaron que sería ventajoso estar en términos amistosos con la futura princesa heredera.

No podía actuar de manera descarada en este momento ya que sabía que su padre y sus hermanos la estaban observando entre la multitud. Afortunadamente, la mayoría de ellos retrocedieron una vez que ella les lanzó su miradas más desagradables.

Después de tomar un sorbo de champán, se volvió hacia el hombre que se atrevió a acercarse a ella, lista para dispararle también puñales con los ojos. Pero cuando descubrió quién le estaba hablando, mil pensamientos se precipitaron en su cabeza.

Preparado con su propio uniforme característico que ella había visto en el juego, sus ojos morados sobresalían de su piel pálida y cabello claro. Como de costumbre, había una sonrisa cortés adornando sus labios.

Era casi imposible mantener la calma pero, afortunadamente, se las arregló para mantener la voz nivelada incluso si sus dedos se movían inquietamente detrás de su espalda.

"Marqués Verdandi", saludó con un leve asentimiento de reconocimiento, "creo que esta es la primera vez que nos encontramos".

Una vez más, hubo una mirada melancólica que brilló en su rostro, pero desapareció tan rápido como apareció. Si Penelope no hubiera estado prestando mucha atención, podría haberse perdido.

Era la misma mirada que le darías a alguien que conoces por primera vez después de tanto tiempo.

Puso una mano sobre su pecho e hizo una reverencia, "Sí, es un placer conocerla, mi señora".

"Igualmente", respondió ella.

Vinter miró a su alrededor y vio a Callisto ocupado hablando con los nobles que lo apoyaban. Una nueva incorporación a ese grupo fue el duque Eckart, quien antes había insistido en mantener la neutralidad. Parecía que tener a su hija como compañera del Príncipe Heredero para el baile de esta noche finalmente solidificó a qué príncipe estaba apoyando.

Un par de días después de que se le entregara el vestido personalizado a Penélope, el duque Eckart programó una reunión con el príncipe heredero. Allí dio su declaración formal de que lo iba a apoyar. Eso sí, le disparó una advertencia para no romperle el corazón a su hija.

Callisto resistió el impulso de reírse, incluso carcajearse, ante sus palabras. Para él, el duque tenía tanto pecado como aquellos que maltrataban a Penélope dentro del señorío. Su negligencia fue una de las razones por las que la empujaron al extremo.

Pero por mucho que Callisto quisiera insultarlo frente a su cara, se contuvo. Al final del día, tendría que obtener el permiso del duque si quería que su compromiso con Penélope fuera válido. Además, tener al noble más alto y respetado del Imperio apoyándolo definitivamente impulsaría su posición hacia adelante.

Entonces se dieron la mano y Callisto lo presentó a los demás nobles que lo apoyaban.

Los engranajes de la vida giraron de manera muy diferente que antes.

Pero debido a que estaba ocupado hablando con esos hombres, le dio a Vinter la apertura perfecta para acercarse a su compañera.

"¿Puedo tener el honor de bailar con usted?" preguntó, levantando una mano.

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