Capítulo Veinticinco

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Corazón roto

Paul entendió de inmediato el motivo de la llamada, si había una mujer que podía alterar de tal forma al demonio esa era Cher.

Aunque nunca lo admitiera se había enamorado de la artista, y está lo había dejado por un hippie, aún estando embarazada de él.

Por un momento creyó que Abigail los mantendría unidos, que sería capaz de impedir que su madre se fuera de su lado.

A Cher nada le iba a impedir estar con el amor de su vida, había querido mucho a Gene, pero Sonny era el único hombre para ella.

— Esa niña solo trae problemas — murmuró en el teléfono.

Paul no contesto nada, aunque internamente estaba insultandolo por culpar a la joven, rodó los ojos y siguió escuchándolo.

— Necesito que se vayan de aquí, ambas deben irse, lo más lejos posible, sería genial si Abigail vuelve a Alemania, todo estuvo tranquilo cuando ella estaba allí — habló molesto.

— Necesitas aprender a controlarte — contradijo — no puedes pretender enviarlas lejos para no cometer una locura, no son títeres Gene no puedes manipular así sus vidas.

— Tienes que ayudarme Paul — rogó el músico a su amigo — si Abby está lejos Cher irá tras ella, tienes que hacer que mi hija se vaya... Cómo sea — sentenció.

Se estremeció al escuchar tales palabras, a veces no podía creer como podía ser así con su propia hija, Cher es la mujer que realmente ama, por qué una hija con ella es tan malo.

Paul suspiro después de colgar, ¿Que quería que hiciera para alejar a la joven? El bajista estaba desesperado para pedirle algo así.

...

— Mamá creo que nunca antes te había preguntado esto, pero ¿Por qué papá y tú se separaron? — habló la joven mientras desayunaban juntas.

— Gene es un mujeriego — dijo sin pensar — siempre coqueteaba con todas y se les insinuaba, aunque no me fuera infiel no soportaba eso linda — explicó.

— ¿Entonces... No te engañó? — cuestionó la joven.

— No, o al menos yo no me enteré — contestó con diversión.

— Mamá el tío Sonny es mayor que tú ¿Verdad? — la joven preguntó.

— Diecisiete años mayor — afirmó la cantante.

— ¿No te preocupaba la diferencia de edad? Eras menor de edad cuando te fuiste a vivir con él.

— Era joven y estaba enamorada — se justificó — y si te soy sincera no me arrepiento de nada, sufrí mucho por qué era joven y no sabía nada sobre la vida, pero también fui muy feliz a su lado — dijo convencida de sus palabras.

— ¿Que hay de la abuela? ¿Cómo reaccionó ella? — Abigail estaba muy interesada en la historia de su madre.

— Oh tú abuela enloqueció cuando se enteró — comentó entre risas — incluso me fue a buscar y me llevo de vuelta, además me dió una gran paliza, pero volví a irme en cuanto pude y mamá entendió que no iba a poder evitarlo — contestó.

La joven Abby estaba divertida escuchando la historia de vida de su madre, además no podía evitar sentirse identificada, aunque ella no era menor de edad si se había enamorado de un hombre mucho mayor que ella.

— ¿Y... Que pensarías si yo me enamorara de un hombre diecisiete años mayor o incluso más? — Abigail estaba tentando su suerte al preguntar algo así, pero no podía evitarlo.

Su madre había vivido un romance similar y no se arrepentía, aunque había una gran diferencia Sonny Bono era un hombre soltero y sin hijos.

Paul por su parte estaba casado hace años y tenía un hijo, además no los separaban diecisiete años, los separaban ventisiete.

— Abby querida, ya eres mayor — rió Cher ante la acurrencia de su hija — aunque estés con un hombre treinta años mayor que tú ¿Eso que importa? — Abigail se sintió aliviada por las palabras de su madre — mientras no te metas en con un hombre casado por mi no hay problema.

Abigail tragó en seco al oír aquello, sabía que su madre se había divorciado del amor de su vida por qué había una mujer de por medio, es por eso que Cher odia con todo su corazón las infidelidades.

Jamás sería infiel y jamás permitiría que su propia hija lo fuera, Abigail se sintió repentinamente culpable, no era que quería meterse en un matrimonio y arruinarlo.

Pero el matrimonio de su tío ya era un lío, y al que engañaban era a él, además ese engaño era mil veces peor, era una traición doble, la joven pensaba que si no podía decir la verdad al menos podía darle algo de felicidad a su tío, después de todo se lo merecía.

My Dear Uncle [Paul Stanley y tú] Where stories live. Discover now