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Durante al menos dos horas, ambos se quedaron conversando en la habitación de Jimin. Jimin, tumbado en su cama aún con el traje, pero sin sus elegantes zapatos, mientras que Jungkook, se encontraba recostado del escritorio luciendo intacto. Sus brazos estaban apoyados sobre la mesa, mientras que reía de las ocurrencias que salían de la boca de Jimin. Después de una hora, Jimin se atrevió a pedirle a Jungkook que se tumbara junto a él en la cama. Usualmente, le hubiese tomado mucho menos tiempo, pero esa noche, todo parecía pasar en cámara lenta. Jungkook asintió con la cabeza, se quitó los zapatos y se tumbó junto a Jimin.

Por un momento, todo parecía ir igual que siempre, siguieron hablando sobre cualquier tontería hasta que, de la nada, Jimin se quedó en silencio después de que recordaron a Kalid diciendo que su mayor logro en el instituto fue haber hecho todo lo que quería sin dejarse dominar por el miedo. Tomando el ejemplo de valentía de su amigo, Jimin finalmente abrió la boca para hablar sobre el tema que habían estado evitando hasta ahora.

—Si Heejin no hubiera entrado aquel día, ¿hubieses intentado besarme?

Jungkook dudó un momento antes de responder, pero inspirado por el discurso de Kalid, también decidió ser honesto. Después de todo, pronto se iría a la universidad y aunque sus facultades estarían relativamente cerca, no estarían todo el tiempo juntos. Jungkook sentía que si algo debía cambiar, debía ser en ese momento para que funcionase luego.

—Sí, lo hubiera intentado —confesó—. ¿Te molesta saber qué es de esa manera?

—No —Jimin no tardó en responder—. No me molesta, en absoluto.

Hubo un silencio en la habitación una vez más.

Jimin, se movió de su lugar y se sentó sobre el borde de la cama.

Jungkook, hizo exactamente lo mismo, quedándose ambos completamente quietos sentados junto al otro.

Sus piernas rozaban entre sí y sus hombros chocaban torpemente mientras ambos movían las manos con nerviosismo. La dinámica cambió de un momento a otro y el ambiente se volvió completamente distinto. Jungkook tomó aire en sus pulmones y contó hasta tres antes de girarse en dirección a Jimin, quedando sus rostros frente al otro, mirándose con un montón de sentimientos que ninguno de los dos fue capaz de percibir antes de la llegada de su último año, aunque siempre estuvieron ahí, esperando a ser explorados.

Jungkook junto sus frentes, cerró los ojos, contó hasta tres una vez más y sin pensarlo demasiado, besó a Jimin en los labios. Jimin anticipó el beso, sonriendo antes de que sus labios se tocaran, su corazón comenzó a latir desbocado en su pecho y correspondió a Jungkook de manera instantánea. Jungkook no pudo evitar sonreír, apenas sintió que Jimin le besaba de vuelta y de un momento a otro, los dos se encontraron sonriéndose.

El primer toque fue torpe y apenas duró unos segundos, pero en sus corazones se sentía como una cálida eternidad. El tiempo se había detenido y el mundo pareció reducirse a ellos dos únicamente. Sintiendo cada parte de sus cuerpos hablar por ellos, sintiendo cada emoción no dicha manifestarse sin necesidad de las palabras.

Después de unos minutos, Jungkook tomó el rostro de Jimin en sus manos y acunó sus mejillas, aferrándose, buscando profundizar el beso. Jimin giró su cuerpo sobre la cama ante el gesto de Jungkook, de manera ágil se sentó a horcajadas en el regazo de su mejor amigo, deslizó su mano hasta su nuca e hizo presión para traer a Jungkook aún más cerca de él. El segundo beso fue más intenso y dio paso a una tanda que aceleró aún más el corazón de ambos y avivó el deseo anteriormente reprimido. Dieron libertad a sus dedos, sus manos, dejándoles recorrer de manera curiosa el cuerpo del otro, enviando sensaciones desconocidas, pero agradables. Se quedaron así durante un tiempo, separándose únicamente para tomar aire. Se miraron a los ojos por un par de minutos más, ambos sonriendo de la misma manera tímida que al comienzo, aunque los dos sabían que la timidez ya no tomaría ninguna decisión por ellos.

PROM NIGHT 本 KOOKMIN MINI FICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora