Capítulo 24

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Lentos y callados, pero seguros, eran los pasos de Sora quien se las ingenió para salir de su habitación y escabullirse hasta la puerta de la habitación de Momo. La pequeña abrió la puerta con cuidado y la cerró de la misma forma. En el suelo yacía un bulto de sabanas junto a una gran cama. Sobre esta se encontraba a la vista uno de los objetivos de Sora. Tomó algo de impulso, corrió y, sin soltar su peluche de conejo, utilizó el bulto de sabanas en el suelo como trampolín para saltar a la cama. Pudo ser imaginación de Sora, pero creyó escuchar un quejido proveniente del suelo, aún así no le dio mucha importancia. - ¡Buenos díaaas! – Gritó la pequeña mientras aterrizaba junto a Momo, despertándola de golpe. - ¡¿Eh?! ¿Eh? ¿Qué? –

- Buenos días, mami. – Sora dio vueltas sobre la cama y se asomó bajo las cobijas de Momo y sus almohadas. - ¿Y papá? –

- Aaauuu – Un leve que quejido de dolor se volvió a escuchar fuera de la cama. – ¡Allí estás! ¿Te caíste de la cama, papí? – Preguntó Sora al asomarse por el borde de la cama. Del bulto de sabanas del suelo se podía asomar de a poco el rostro del chico. – Ho..hola, Sora. –

- ¿Hoy me ayudarás con mi quirk, mami? – Preguntó Sora a Momo con estrellitas en los ojos. - Aún es muy temprano, Sora. Dame solo 5 minutos más. – Momo volvió a recostarse y a cerrar sus ojos. Sora volvió a acercarse al borde de la cama y con su mano alcanzó a mover un poco las cobijas de Izuku. – Enséñame a usar tu quirk, papá. –

- De acuerdo, vamos, te enseñaré. – Dijo Momo quien súbitamente se sentó sobre la cama. - ¿De verdad? – Preguntó Sora. – Sí, pero primero tienes que desayunar, es necesario para que puedas usarlo. – 'Debo evitar a toda costa que utilice el quirk de Izuku, es demasiado peligroso para ella en ese estado.' Momo, aún en pijama, llevó a Sora hasta la cocina de los dormitorios para desayunar. Izuku las alcanzaría más tarde, dijo que primero debía ir a su habitación. Wolf se había quedado en el pasillo del 5to piso fuera de la habitación de Sora. Al ver salir a ambas de la habitación decidió seguirlas. Sora aún sentía algo de miedo por el robot, pero Momo le dijo que no le haría nada lo que calmó un poco más a la niña, pero aún así no se despegaba de Momo. – Iré a prepararte algo, espérame aquí. – Momo dejó a Sora en uno de los sillones de la estancia junto a Wolf y entró en la cocina. – Ho..Hola...- Dijo Sora tímidamente a Wolf y este se acercó un poco mas a ella sin decir nada. Sora acercó su mano al robot lentamente hasta tocarlo.

Momo entró a la cocina, pero se detuvo en la entrada. Dentro se encontraba Uraraka quien parecía recién haber puesto agua a calentar dentro de una tetera. No habían cruzado palabras desde el incidente del campo de entrenamiento Beta. – Buenos días. – Dijo Uraraka al ver a Momo. La chica cambió su semblante a uno decaído a la vez que Momo se adentraba más en la cocina. – Buenos días... Uraraka. – Respondió Momo a la vez que tomaba algunos ingredientes del refrigerador. El ambiente era algo tenso. Ambas chicas se quedaron sin decir nada. El único ruido proveniente de la habitación era el de la tetera.

-Gracias.–
-Lo siento. –

Ambas hablaron al mismo tiempo lo que provocó que cruzaran miradas inmediatamente con cierto semblante de confusión en sus rostros. Después de un breve intercambio por ver quien hablaba primero, Uraraka le cedió la palabra a Momo. - ¿Lo siento? ¿Porqué? – Preguntó Momo.

- Por hacerte enojar en el campo de entrenamiento cuando atacaron U.A. No tenía porque meterme con eso. – Contestó Uraraka levemente mientras bajaba la mirada. Al escucharla Momo hizo lo mismo. - Esta bien, Uraraka. Creo... creo que entiendo un poco como te sentías en ese momento, además de que tampoco estaba en posición de ponerme a gritarte. –

- Discúlpame, pero con lo que pasó ¿Porqué quieres agradecerme? – Preguntó Uraraka con duda. – Es por lo que hiciste después. Izuku me contó lo que pasó entre ustedes. No se que sería de nosotros de no ser por ti, Uraraka. Quiero agradecerte por eso. –

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