7. Park Sooha

475 57 5
                                    


Pasaron 4 días desde el incidente que hizo que la guardaespaldas terminara en el hospital, su madre quien había estado con ella todo este tiempo la cuidó mucho y así mismo el señor Jeon había estado a su lado todo el tiempo.

-Mi señor seguramente tiene muchas cosas que hacer, no debería seguir perdiendo su tiempo aquí.

-¿Perder mi tiempo?, ¿Crees que quedarme aquí contigo es perder mi tiempo?.

-Yo estoy bien, ya no debe preocuparse más.

-Yo decido que hacer y que no Belrosé, si estoy aquí es porque considero que es bueno.

La guardaespaldas soltó una risa nasal, aún en estos momentos su jefe seguía siendo un serio e inexpresivo.

-¿Cómo sientes tu hombro?.

-Aún duele, pero al tenerlo inmovilizado el dolor aminoriza.

-Me alegra escuchar eso.

-Pronto volveré a mis labores.

-Claro que no, vas a descansar mucho tiempo de cualquier actividad física, no quiero que mi mejor escolta no pueda recuperarse al 100%, así que descansaras mucho ¿Entendido?.

-Como usted diga, señor Jeon.

La enfermera llegó con la comida de Belrosé, luego de ponerla en la mesa salió de la habitación.

-¿Dónde está mi madre?.

-Le dije que fuera a casa a descansar un poco, volverá en la tarde.

-No puedo comer con la izquierda.-Dijo la chica ya que su brazo inmovilizado es el derecho.

Jeon se lo pensó antes de hablar.

-Yo puedo darte de comer.-Dijo y extrañamente sintió pena.

Pero vamos Jeon, ella casi da la vida por ti ¿Porqué tú no podrías darle de comer?

El cobarde Jeon tomó el plato y los palillos en sus manos para luego sentarse en la cama de su guardaespaldas. Tomo una cucharada de comida y lo acercó a los labios de la chica.

Que lindos labios tiene.-Pensó, nunca se había fijado bien en estos.

Siguió así dándole bocados y admirando su rostro, jamás la había visto tan de cerca, jamás se había fijado en los lunares en su rostro ni en lo hermosos que son sus ojos.

-¿Señor Jeon?.-Su voz lo sacó de su trance.-La comida.-Y se percató que había quedado como imbécil observándola.

-Lo lamento.-Dijo para así darle el último bocado.

-Muchas gracias mi señor.-Respondió ella.

-Es lo menos que puedo hacer por ti.

-Al contrario soy yo quien le debe todo a usted.

-Pues ambos le debemos algo al otro ¿No crees?.

Ella sonrió, Jeon sintió esa mierda en su estomago nuevamente, ¿Por qué siempre que ella hacía algo sentía eso?

Él se levantó de la camilla y dejó el plato en una mesa para luego volver a sentarse en la camilla.

-¿Pasa algo mi señor?.-Habló la chica.

-¿Porqué preguntas Belrosé?

-Sus mejillas están rojas.

-Es por el calor.-Dijo poniéndose de pie rápidamente.-Deberías dormir más, te dejaré para que descanses.

Y sin darle espacio a la chica para hablar simplemente se fue.

Pasaron algunos días más y Belrosé al fin podría volver a su hogar.

ImpuntualWhere stories live. Discover now