8. Pienso esperarte

470 64 4
                                    


Tal y como había dicho la madre de la guardaespaldas el chico de la cita a siegas llegó por ella.

-Cariño él ya está aquí.-Habló la mujer a su hija.

-Madre esto es una estupidez, tampoco puedo hacer mucho con el brazo así.

-Él te ayudará en todo cariño ven.

La mayor abrió la puerta dejando ver al chico con un ramo de flores en la puerta y una tierna sonrisa.

-¿Sooha?.-Habló la guardaespaldas.-Madre me hiciste una cita con Sooha

-Estas flores son para usted Señora Belrosé.-Dijo entregándoselas a la madre de la guardaespaldas.

-Que caballeroso, ya puedes llevarte a mi hija.-Dijo prácticamente vendiéndola.

-_______, te ayudaré.-Habló el chico.

-Yo puedo sola Sooha, no te preocupes.-Dijo saliendo y dirigiéndose al auto de Sooha, pero antes de abrir la puerta este puso su mano para abrirla.

-Te ayudaré aunque no quieras.-La guardaespaldas lo miró lista para defenderse pero al girar sus rostros estaban demasiado cerca, ella notó como él vio sus labios y rápidamente se alejó.

-Mantén un espacio entre nosotros.

-Sí, lo siento, no volverá a pasar.-Y abrió la puerta para que ella entrara, para Belrosé esto era extraño, durante los últimos 4 años ella se había dedicado a cuidar a un hombre y ver que ahora un hombre la quería cuidar a ella era extraño.

El chico cerró la puerta delicadamente rodeó el auto y entró a este, empezó a conducir, todo el camino fue un silencio pero nada incómodo, llegaron a un hermoso lugar y antes de que Belrosé pudiera abrir la puerta el chico ya estaba allí.

-Tengo el brazo inmovilizado no estoy paralítica.

-No hago esto por tu brazo, aún si estuvieras completamente bien lo haría.-Y ella quedó en silencio, no sabía que decirle al chico.-Ven.-Dijo ofreciéndole su brazo el cual ella con duda tomó.

El lugar era como un campo, que tenía un lago y en el pasto habían muchas flores, el lugar estaba completamente solo, los arboles hacían una hermosa sombra, las mariposas, el cantar de los pájaros, todo se unía para dar un hermoso ambiente.

-Ven.-Volvió a hablar el chico cuando vio que ella se había quedado anonadada viendo el paisaje.

Caminaron un poco y el chico tenía mucho cuidado de que _______ tropezara.

-Déjame ayudarte.-Dijo él tomando la cintura de la chica para ayudarla a bajar de una parte inclinada.

-Gracias.-Dijo ella, se sentía tan apenada.

-Ya llegamos.

Y ella vio una hermosa manta sobre el césped a un lado del lago donde había una canasta.

-Un picnic.-Habló ella.

-Sí, creo que no te gustan mucho los restaurantes y esas cosas ¿No?, también sospecho que no te gusta estar donde hay muchas personas.

Y él dio en el blanco, pero ella jamás lo admitiría.

-Bueno.-Dijo él luego del silencio que le dio ella.- Ven siéntate.

Ella se sentó en la manta mientras él le ayudaba, él sacó lo que había en la canasta, algunos bocadillos, jugo de naranja, pizza y un pequeño pastel, junto con una galletas que tenían una hermosa forma de corazón.

Y joder....ella no pudo evitar sonreír.

-Te ves muy hermosa cuando sonríes.-Habló él.-Antes solías hacerlo mucho.

ImpuntualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora