Day 6

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Fellatio.

Katsuki se remueve inquieto en su lugar

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Katsuki se remueve inquieto en su lugar. El barbijo que trae puesto evita que vean su curiosa expresión, dejando solo a la vista los entrecerrados ojos rubíes.

Detrás de el esta Izuku, el cual tiene su boca cubierta por su mano para evitar que su sonrisa sea vista.

Kacchan... quiero tocarlo, besarlo... no puedo aguantar por mas tiempo, siento que voy a explotar...

Katsuki quiere voltear e irse con el pecoso, pero no puede porque esta en clases y una vaga excusa no lo dejara salir.

O tal vez si, no importa.

Kacchan... Kacchan...

— Dios... — se levanta despacio y alza la mano, tratando de mantener su compostura — Necesito ir al baño...

—... Bien, pero que sea rápido.

— ¡Yo necesito ir a enfermería!.

—... Sal de aquí de una vez, Midoriya.

El pelinegro suspira y se da la vuelta, volviendo a escribir en la pizarra, mientras que los otros dos chicos salen del salón.

— Kacchan...

— Vamos... umh... al baño...

— ¡Si!.

Izuku suspira de nuevo y sus manos tiemblan. La vista frente a el es simplemente... gloriosa.

Ambos están dentro de un cubículo, con el apoyado en la puerta mientras que Katsuki esta de rodillas.

De rodillas.

Con su rostro cerca de su erecto y palpitante miembro. Tan cerca que puede sentir su aliento.

— Deku... estas muy duro, maldito.

— Es a causa de Kacchan... eres demasiado lindo, sexy... quiero joder tu cuerpo todo el día...

Katsuki muerde su labio y aprieta sus piernas nervioso, era la primera vez que Izuku lo decía y no solo lo pensaba. Salio de esa pequeña ensoñación cuando una áspera mano recorrió su mejilla, bajando hasta su mentón.

— Kacchan...

Los ojos rubíes se entrecerrarom ante el toque, absorto en las sensaciones que experimenta. Se siente tan sumiso al estar siendo acariciado de esa manera mientras esta de rodillas, a punto de hacerle una felación a su novio.

— Hazlo de una vez, Katsuki.

El rubio cenizo asintió aun con su mente  nublada. Sus manos se acercaron con cautela, acariciando el palpitante miembro desde el glande, pasando por el tronco hasta llegar a los testículos.

Sonrió victorioso al ver como Izuku resoplo y tembló en su lugar, tentado de agarrar de las hebras rubias con fuerza y penetrar con rudeza la pequeña boca de Katsuki.

THOUGHTSWhere stories live. Discover now