Cap. 21

711 72 19
                                    

— Me duele la espalda — se quejo Donghyuck recostándose en el sofá sintiendo un gran alivio al punto de soltar un jadeo largo que expresaba lo bien que se sentía.

Su bebé pesaba y las tareas de cocina eran pesadas por lo que básicamente sentía su espalda deshecha pero aún no estaba derrotado.

— Necesitas descansar cariño — habló Mark sentándose a su lado extendiéndole un plato repleto de frutas.

El moreno agradeció tomando el plato entre sus manos comenzando a comerlo despacio pero con apetito.

— ¿Quieres que pida algo de comer? — Donghyuck asintió — ¿Deseas algo en especial? — preguntó el alfa sin dejar de ver su celular.

— Quiero pizza y Kimbap — respondió el menor masticando un pedazo de piña.

El alfa asintió haciendo la orden mientras su pequeño y pequeñito descansaban.

Era sábado, fin de semana y con ello un merecido descanso para los dos, después del horrible accidente del martes el alfa fue a ayudar de forma no voluntaria al negocio de su moreno comprobando por milésima vez que lo suyo no era la cocina y mucho menos los postres.

Ambos estaban bajos un ambiente muy tranquilo y pacifico, sus lobos encantados de la cercanía disfrutando cada momento de intimidad esperando así poder compensar la distancia que tuvieron.

Donghyuck sintió la mano de su esposo en su muslo subiendo de forma lenta hasta su pancita donde su cachorro se movía con energía demostrando lo feliz que estaba al volver estar juntos.

Los susurros llenos de cariño acompañados de espirales y besos solo hacían derretir su corazón. Mark sería un gran y buen padre y ambos lo sabían porque de alguna forma él le enseñaría a su cachorro cosas que tal vez aprendió a las malas.

Dejo a un lado el plato — Oye Mark — el alfa volteó a verlo acomodándose mejor — ¿Cuidarías de mi cachorro si llegase a faltar verdad? — la pregunta desconcertó al mayor quien lo miró con los ojos agrandados acompañada de una expresión que el moreno no pudo descifrar.

Mark ante la pregunta de su omega sintió su corazón encoger, su lobo engrifarse y su cuerpo estremecer, la simple pregunta lo hizo querer sacar su lado más protector, el solo imaginar un mundo donde su pequeño ya no estuviese le hacia querer entrar en pánico y desesperación.

— ¿Por qué lo preguntas? — Donghyuck sonrió leve al escuchar ese tono tan preocupado de su alfa. Él simplemente se encogió de hombros acomodándose hasta poder descansar su cabeza en el hombro del mayor.

— Solo paso por mi mente, se que serias un buen padre, le darías todo a él con sus limites claro, lo educarías y le harías ver muchas cosas — habló el moreno sin apuro.

— ¿Piensas dejarme? —

— Claro que no, solo....si sucediese...bueno....entiendes ¿no? —

Mark saco su brazo de la espalda del menor para rodear y apretar su antebrazo con protección.

— Lo cuidaría como no te imaginas cariño, siempre le hablaría de ti y de cuanto te amo, le enseñaría fotos tuyas, le enseñaría ese libro desgastado que tienes llenos de recetas, yo lo amaría con mi todo mi ser y alma.... — Donghyuck sonrió, se ponía percibir el nudo en la garganta del mayor.

— Gracias — susurró restregando su mejilla en el pálido.

El moreno sonrió dejando salir un ronroneo, amaba tener y estar con su alfa, él se había prometido disfrutar cada detalle en estos meses, desde un beso cargado de amor y necesidad hasta una mirada llena de amor e ilusión...



EquivocaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora