"TE BUSCAS LA VIDA, PUTO BADBOY"

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~CAPÍTULO 8~

Despierto por un fuerte golpe en la puerta, miro la hora: 7:15.

—¿¡Que!?— gritó con la voz ronca y un poco molesto.

—Llegamos tarde!— escucho la voz de Jade la otro lado de la puerta

—Que le den— murmuro y me tapo la cara con la sábana negra. Decidido a volver a conciliar el sueño siento algo frío caerme por todo el cuerpo, me levanto de un salto de la cama.

Odio que me despierten de mala manera y odio que me griten, que digan mi nombre una y otra vez para despertar, eso lo odio con toda mi alma.

Furioso me giro a la figura de pie en la cama.

—¿Que cojones te crees, niñata?— espero furiosa a lo que su cara de risa se borra poco a poco.

—La tradición, puto badboy!— grita en mi mismo tono mientras se baja de la cama hecha una furia, al igual que yo.

—Vete tú y tu tradición a la mierda.— espeto y voy directo al baño para una ducha mientras ella sale enfadada.

Salgo del baño y me coloco una camiseta negra sin mangas, un jean negro con cadena y unas zapatillas vans negras con blanco.

Me paso la mano por el pelo húmedo y me coloco las gafas de sol, una chaqueta de cuero fina (según el tiempo va hacer un poco de frío). Salgo de la habitación y voy a la cocina en busca de una manzana verde de agua.

Me la como por el camino hacia el aparcamiento. Al llegar veo el sitio de nuestro aparcamiento vacío con una nota que dice mi nombre.

"Te buscas la vida, puto badboy" sonrió ante mi mote, pero me cabreo un poco al ver que mi mejor amigo me dejó tirado.

Me encojo de hombros y me meto la nota a la mochila y salgo del aparcamiento mientras busco la universidad en Google Maps.

Camino bajo el sol mañanero de primavera y la brisa fría que tanto me gusta por que se refiere que ya llega invierno.

Al llegar a la facultada veo un gran edificio de piedra blanca con ventanales gigantes, una fuente en medio del aparcamiento lleno de coches.

Bajo las escaleras (me deslizo por la barandilla) para bajar a la facultad ya que está se encuentra hundida en el terreno, con toda la calma del mundo como si no llegara media hora tarde entro.

Ayer consulté el horario, así que me toca en la aula 404, la busco y después de dar una vuelta la encuentro.

Entro sin golpear ganándome todas las miradas.

—Llega tarde— dice el profesor

—Lo se, ¿puedo pasar?— preguntó con un tono neutro y sin ninguna expresión.

—Que no se repita— dice y pasó cerrando la puerta con el pie y me dirijo con una sonrisa de lado junto a Tanit al final de la clase, el único asiento vacío a su lado.

Dejo la mochila en la mesa y me siento ruidosamente junto a ella, me escurro en la silla y la miro.

—Gracias por la nota, Titanic— digo y me quito las gafas de sol negras, las dejo sobre la mesa, junto a mi mochila.

Me sonríe falsamente mientras con todo el fastidio del mundo se gira para mirar de nuevo al frente. Apoyo mi cabeza en la mochila y escucho la típica charla de primer día.

Escucho como la gente empieza a salir de clase cuando la clase acaba, me pongo las gafas de sol negras, pero al levantarme dispuesto a salir el primero me quedo quieto al ver a Tanit guardando sus cosas con una paciencia y organización increíble.

—Venga, apura— la mosqueo y me mira mal

—No te pedí que me esperaras— dice borde colocándose la mochila vans negra con una pulsera verde y rosa fosforito, y saliendo de allí dejándome tirado.

La alcanzó y caminó tranquilamente junto a ella, y mi presencia atrae todas las miradas del pasillo.

—Me estás haciendo visible, ¿podrías irte a la mierda y dejarme en paz?— dice fría y borde, algo que no me esperaba de aquella castaña de ojos azul oscuro profundo y de metro sesenta y siete.

—Nop, estoy especialmente para joderte la vida.—sonrió angelicalmente y ella me mira con cara de pocos amigos.

— ¿Podrías dejar de fingir y ya volver a ser el puto capullo que me cae mal?— dice y abro la boca en forma de indignación.

—Pues..— pienso las palabras que me acaba de decir—Espera...¿Te caigo mal?— preguntó 

—Eres un puto egocentrico que no soporta las bromas— dice

—Odio que me levanten por la mañana, te lo he dicho esta mañana— recuerdo cuando nos gritamos

—Uh si, y de la mejor manera— rueda los ojos y acelera el paso pero me acoplo al ritmo.

—¿Enfadada, Titanic?— preguntó

—Vete de una vez a la mierda, mira— se detiene frente a mi y la miro—Puede que vivamos en el mismo apartamento , que te recuerdo: es MÍO, y puede que si, le caigas bien a mis amigos, pero no voy a fingir que me caes bien cuando no. Así que bájate de esa nube tan alta que la caída va a ser grande— dice y acto seguido entra a clase dejándome allí.

Entro con una sonrisa graciosa y de lado para centrarme justo detrás de ella y Erick.

Miro a Jade a mi lado que habla con una hermosa pelirroja. 

—Hola Fire.— saludó coquetamente a la pelirroja, ella sonríe tontamente y se acerca a mi osando de mi amigo que me mira con cara de querer matarme.

—Hola, pibon— dice y sonrió de lado

—¿Que hace una belleza como tú por aquí en vez de un museo?— preguntó y ella se derrite dándome una sonrisa.

—Pues podría estar un lugar... expuesta para ti— murmura a mi oído y se va dejándome con su olor a rosas.

—Oh, amigo, tengo un plan esta tarde— digo mirando a Jade.

—Joder, Tyler, era Mía la tenía a un cacho.— dice—Pero te la regalo, no está tan buena como esa peli negra— dice mientras una pelinegra con cuerpo de modelo entra.

—Dejad de hablar de las mujeres como si fueran un puto objeto, pensad con la cabeza y dejad de creeros guays por hablar así— dice Tanit cabreada.

—Yo no he dicho en ningún momento que fueran objetos, y tampoco me creo guay, las mujeres deciden lo que ellas quieren, tienen el derecho, claramente, los hombres no tienen poder sobre ellas, son libres de decidir como quieren vivir. Somos iguales y te puedo dar una charla sobre eso, si quieres. Pero a mi no me vengas diciendo que trato a las mujeres como objetos por que no es así.— digo borde

—Yo si que te puedo dar una charla sobre la convivencia, respeto, buenos modales..— habla

—Y yo te puedo enseñar a ser mala y tener de todo excepto buenos modales— digo y sonrió ante el mensaje que ella entiende y se cabrea aún más, lo que me pone.

—Primero te bajaré de esa nube, luego te daré la paliza de tu vida y luego te enseñaré a como ser una persona con neuronas— dice y Jade a mi lado dice un "ooh".  Asiento con la cabeza y sonrió ante su cara de enojada a pocos centímetros de la mía, mi vista baja a esos labios tan perfectos.

Cuando se da cuenta abre los ojos como platos pero no se aparta, su vista baja a mis labios y nuestras respiraciones se mezclan. Se separa de golpe, se sienta en su silla y me da la espalda.

FARSANTEWhere stories live. Discover now