CAPITULO 25

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Erick.

Dejo el plato sobre la mesa en el puesto de Reina, la cara de enojo de Liat es más que evidente y no la juzgo, tiene todas las razones del mundo después de la última vez que discutimos y presiento que se viene otro alejamiento por parte de ella.
No sé porque la mujer que acaba de llegar se hace como si no le hubiera avisado, ella sabía perfectamente este plan, incluso le pedí prestada la hacienda, estaba enterada de todo.

Después de unos minutos puedo notar que Liat ya no toca su comida y solo se queda con las manos bajo la mesa, le doy un vistazo a esa parte de su cuerpo y puedo notar que está ejerciendo bastante fuerza en ella, tanto que puedo notar la marca roja que deja, tomo su mano para que se suelte o se va a lastimar pero la retira antes de que pueda entrelazar nuestros dedos y dejar nuestras manos entrelazadas en mi pierna izquierda.

-Voy a llamar a Antonio para que venga por mí-se levanta de la silla y maldigo internamente-Buen provecho-se pierde por el pasillo que conecta a todas las habitaciones y me quedo como un idiota admirandole las piernas.

Suspiro exasperado por todo esto, no quería tener a Reina presente en su cumpleaños. Se que ella odia a Liat y viceversa y es mejor mantenerlas alejadas para que sus mundos no se crucen pero si Reina Delgadillo sigue molestando va a llegar un punto en que Liat explotará y eso no le va a gustar a nadie.

-Te quedó bueno el desayuno-comienza a comer, haciéndose la tonta.

-¿Qué haces aquí?-cuestiono molesto-Creí que había sido claro cuando te dije que quería estar a solas con ella, para que se olvidará de todo lo malo por unos momentos, no era mucho pedir.

-Quería ver cómo andabas con tu noviecita-alza una ceja-Pero ya ví que bastante bien, digo las manchas rojas cercas de su pecho hablaban por sí solas.

-Liliat es de mecha corta y creeme que no va a aguantar esto que acabas de hacer-evito el tema de las marcas, eso a ella no le importa-No le busques por qué si la encuentras el resultado no te va a gustar-advierto, guardamos silencio cuando llega con el celular en la mano.

-Antonio no puede venir por mí-dice y dejo escapar el aire de mis pulmones-Cuando acabes me dejas en la ciudad, con permiso-no da tiempo de que le responda ya que sale del lugar sin decir algo más.

»-Hablando de tu noviecita, me enteré que su padre regresó al negocio-me sorprende saber eso, no tenía ni idea-Esta es nuestra oportunidad para hacer negocios con el, aunque me cueste aceptarlo es un berraco haciendo lo que hace.

-¿Tú cómo sabes eso?-pregunto.

-Mi amor, cuando tú vas yo ya vengo y con las uñas pintadas-sonríe-Además en este negocio todo se sabe, por eso tú vas a hablar con él-me señala y niego-Y le vas a decir que queremos hacer negocios con el.

-No voy a hablar con Dario y mucho menos para eso-levanto los platos dejándolos en el fregadero-Eso nos pone en riesgo por qué le puede contar a Liat lo que hacemos.

-Con dinero baila el perro, Erick-se levanta de la silla recargándose en la encimera-Ya verás que cuando le digamos la cantidad de plata que hay de por medio, se quedará callado. Ese hombre es estratega, sabe que hacer y cuáles son las rutas perfectas para la mercancía y es justo lo que necesitamos en estos momentos, porque sabes bien que si se nos viene algún cargamento abajo, arriesgamos nuestra reputación, nuestra imagen en este mundo, pero sobre todo nuestras propias vidas-acaricia mi brazo-Con los rusos no se juega, así que si o si necesitamos a Darío Palmar de nuestro lado.

Entre el Amor y el DeseoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ