Izuku era un chico con una difícil y dura enfermedad mental, tanto, que tuvo que intentarse en un hospital psiquiátrico.
Eijiro también, era un chico tan feliz que tenía un pasado y pensamientos tan oscuros que lo carcomian lentamente.
Internarse en...
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Los días pasaron, y el tan esperado día había llegado.
Faltaban pocos días para año nuevo, y hoy era el día en el que los chicos iban a salir por fin de ese psiquiátrico.
Realmente no extrañarían estar allí. Sólo extrañaría los momentos que vivieron en ese lugar. También extrañarían estar siempre con los otros, pero vivían en la misma cuidad, así que no había problema en hacer pijamadas, verse y salir juntos. Al fin y al cabo, podrían salir como personas normales a la cuidad, hacer cosas de chicos normales, como deseaban estando dentro de ese lugar.
Faltaban tan sólo pocas horas para que vinieran sus padres por ellos. Ahora mismo ya tenían sus bolsos arreglados, estaba preparados para irse.
Se encontraban en la terraza, los cinco estaban con ellos, como siempre. Estaban charlando de cosas triviales, y riendo entre ellos. Izuku extrañaría estar con todos.
—Bien, ya casi son las once de la mañana. Ya saldrán de esta mierda —les dijo Denki con una sonrisa en el rostro.
—¡Hombre, sí! —el pelirrojo esbozó una sonrisa feliz—. Al fin estaré en casa. Pero igual voy a extrañar escaparme en las noches con ustedes.
—¿Quién carajos dijo que íbamos a dejar de hacerlo? —Katsuki le tiró una mirada que no acostumbraba a tener, y el pelirrojo conocía cuál era, por lo cual sonrió ligeramente.
—Izuku, Eijiro, Necesito hablar con ustedes un momento —Azael tiró de ellos hacia el pasillo, alejado de los chicos, donde podían hablar en paz—. Recuerden lo que hablamos ayer. Izuku y yo buscaremos la fotografía de nuevo y aquella nota. Necesitamos saber que carajos es.
—Cierto. ¿Vamos ahora? —los ojos rojos se desplazaron a los verdes, y luego a los bicolores.
—¡Por supuesto! —exclamó el pelinegro en tono de regaño—. No tenemos ninguna cámara ni celular. Eiji, mejor ve tú, necesito que hagas una imagen mental, o puedes hacer un boceto rápido de la imagen. Cualquier cosa sirve, así que vayan de una vez.
—Entendido.
Los chicos salieron disparados a bajar las escaleras, fijándose en que ningún enfermero los viera.
Eijiro buscó lápiz y papel en el salón de pintura rápidamente, y luego fueron directamente a la habitación antugüa de los chicos, entrando con cuidado.
Izuku buscó cautelosamente la cajita de madera que vio aquella vez. Tardó unos minutos, pues estaba en otro lugar. Escribieron con rapidéz lo que decía la nota detrás de la hoja que tenía Eijiro. Y este se apresuró en hacer la imagen mental y a la par, hacer el boceto rápidamente.
