EL NOVIO DE MAMÁ [SOUKOKU]

HOSPITAL

Dazai se encontraba en el hospital, siendo candidato a donarle sangre a Ryūnosuke, pues Chūya no estaba en condiciones de ser su donador, también había perdido mucha sangre.

- ¿Es usted familiar del pequeño Ryūnosuke?

Preguntó uno de los médicos encargados del niño. Dazai sonrió, intentando ocultar el dolor del momento.

- Es mi hijo...

"No, en verdad es mi pequeño alumno...".

Tenía que decirlo de esa manera para que pudiera tener acceso a ser un donador seguro para Ryū. Los médicos le creyeron y comenzaron el proceso.

***

- ¡Dazai! Mi Ryū... Mi bebé está muy grave, no despierta, y todo por culpa de esos malditos imbéciles...

Chūya hablaba entre llantos de odio y dolor. Caminaba usando unas muletas para estabilizarse mejor. Dazai se acercó a él y sujetó ambos hombros de Chūya para luego abrazarlo. Sabía que el joven del que estaba enamorado por segunda ocasión necesitaba apoyo.

- Todo estará bien. Ryū ya despertó, él se está recuperando considerablemente en piso, ya no está en urgencias. ¿Quieres ir a verlo?

Los ojos de Chūya se llenaron de lágrimas e incluso parecieron iluminarse, después de algunas horas de angustia.

- ¡¿D-De verdad?! P-Pero Ryū necesitaba sangre y...

- Todo está bien. Le dí de mi sangre a Ryū. Por alguna razón somos muy compatibles. Incluso llegué a pensar que...

Chūya rodeó el cuello de Dazai con sus brazos, dejando recargadas en la pared las muletas, para poder dar un tierno beso en sus labios, de manera repentina. Algo que sorprendió mucho a Osamu, pero aún así correspondió feliz y se agachó un poco para que Chūya no tuviera mucha dificultad.

Después de segundos, se separaron al oír pasos que se aproximaban a ellos.

- Nakahara-san, Ryūnosuke-kun es un niño muy fuerte que se aferra a la vida. Afortunadamente está fuera de peligro y se encuentra en recuperación. Pueden pasar a verlo.

- En realidad, ya íbamos a verlo... Muchas gracias por todo, doctor. Gracias por cuidar a Ryū.

El médico les sonrió a ambos.

- Espero que sean una familia mucho más unida ahora.

El médico azabache de nombre Mori Ougai, se alejaba satisfecho de su trabajo y con una sonrisa en su rostro que sólo él sabía porqué estaba feliz.

- D-Dazai... Lo de antes... Olvídalo, yo no estaba pensando, yo no...

- No lo olvidaré. Si Chūya me besó, significa que Chūya corresponde a mis sentimientos. Por favor, no me hagas esperar más y déjame entrar en tu corazón y ser el padre de Ryū. En verdad los amo mucho a los dos. ¿Te gustaría ser mi novio y estar en mi vida muchos años más, Chūya?

El sonrojo de Chūya, su tartamudeo, sus latidos veloces lo decían todo: él en verdad estaba correspondiendo.

- A-Acepto... También estoy...enamorado de tí. P-Pero primero vayamos a ver a Ryū...

🐣🍼🐣🍼🐣🍼

Una vez en la habitación, pudieron apreciar a un soñoliento Ryūnosuke que abrazaba un peluche nuevo y limpio que le habían regalado en el hospital.
Estaba feliz por su nuevo juguete.

- Ryūnosuke, mi amor. ¿Cómo te sientes, bebé?

Chūya se aproximó a él con ayuda de Dazai. Sus piernas estaban lastimadas al haber quedado bajo la moto, pero no había ninguna herida severa.

- ¡Mami! ¡Papi Shen-shei!

"¿Papi?"

El pelirrojo se sorprendió.

- Dime si te duele mucho, Ryū. Tu cabecita, tus bracitos y piernas. Estás todo vendado... Y todo por culpa de esos malditos malnacidos que desgraciaron a mi bebé.

Chūya se sentó en la orilla de la cama para besar cuidadosamente una de las mejillas del azabache y poder abrazarlo con mucha delicadeza.

- De ellos ya me encargué, Chūya. Tendrán su merecido. Ryū, compré una crema para dolor. Dime dónde te duele.

- Ca-bezha, papi shen-shei. Aquí tam-bién y aquí.

Señalaba partes de su cuerpo como brazos, cuello, cabeza, piernas y pie.

- Lo siento mucho, Ryū. Por ahora no puedo ponerte cremita por las vendas... Pero más tarde papi lo hará.

"¿Papi? No debería de molestarme... Después de todo sí es su papá...".