III.

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AMALIA.

30 de abril de 2032.

Recuerden que...

Siempre tenemos que ser respetuosas y obedientes con nuestras parejas —terminamos la frase de la profesora.

¡Muy bien! —nos felicita—. Estoy segura de que sus parejas estarán encantados con ustedes, pero quedaran aún más encantados si ustedes en la época de celo...

Mueve la mano para que completemos la frase.

Nos apareamos con ellos o ellas —decimos todas al unísono.

La campana suena y todas en el aula empezamos a recoger nuestras cosas y guardarlas en nuestros bolsos.

Salgo del aula y no pasan ni cinco segundos cuando tengo a Ami caminando a mi lado con su brazo alrededor de mis hombros.

—Lo bueno de encontrar a nuestras parejas es que nunca vamos a volver a tener que ir a este tipo de clases —me dice Ami refiriéndose a la clase que acabamos de tener—. Dime, Mia Mia, ¿estás lista para que alguien te diga "eres mía"?

Ruedo los ojos divertida por su ocurrencia.

—Creo que sí —le contesto—. Pero dime, Ami Ami, ¿tú estás lista para que te digan "a-mi me perteneces"?

Me rio por mi chiste y mi prima me ve con una ceja alzada.

—Nunca te dediques a la comedia porque para tu mala suerte, los chistes no son lo tuyo —me informa y ruedo los ojos—. Como sea, ¿quieres ir por un helado?

La veo con una ceja alzada.

—Estaría bien.

—Entonces va...

—Pero no podemos —la interrumpo—. Recuerda que no hay helado en ninguna parte.

Ami bufa.

—A veces me pregunto si ser unas "joyas" es algo bueno o lo peor del universo —dice Ami mientras caminamos.

—Creo que es un poco de ambas —le comento—. Por un lado tenemos todas las comodidades y lujos del mundo y por el otro, vivimos limitadas y nos volvemos los objetos de unos completos desconocidos con los cuales tendremos que vivir.

Y no miento, una de las reglas que tenemos los consortes, es que al encontrar a nuestra pareja nosotros tenemos que irnos a vivir con él o ella inmediatamente al menos que él o ella no quiera.

En otras palabras, lo que nosotras queramos no cuenta ni en ese sentido ni en ningún otro o por lo menos, eso lo que yo pienso.

—¿Estas lista para mañana?

La veo a los ojos y niego.

—Yo tampoco —me dice—. Me siento nerviosa —la veo sorprendida— y al mismo tiempo un poco ansiosa, ¿y tú?

—Yo me siento nerviosa, molesta y un poco emocionada —le contesto—. Solo espero que quien sea mi pareja no sea... alguien sin inteligencia.

Si me dieran un peso por cada vez que he querido maldecir o decir algo malo sobre otro ser en público, sería millonaria.

—Espero que mi pareja sea alguien con bastante dinero —la veo confundida— ¿Qué? Si me voy a volver el objeto de alguien que por lo menos sea de alguien poderoso, de alto rango y con bastante dinero.

—Si yo fuera tú, no quería eso por...

—Porque los sentimientos son lo más importante, ya lo...

LA CHOCOLATINA DEL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora