Capítulo 11.-Decepcionante

190 27 2
                                    

El tiempo parece relantizarse, mientras que Artkuz sacude su lanza, y Adrienne en el suelo se está desangrando.

—Ocho años he esperado por esto, realmente eres decepcionante ¡Pensé que esto sería más emocionante! —exclama extendiendo sus brazos.

“¿Eh? ¿Adrienne?”

—Líder, ¿Cómo procedemos? —Pregunta el sujeto de la máscara sonriente—. Aunque me gustaría acabar con algunos yo mismo.

El sujeto hace aparecer una pistola en su mano mientras me apunta.

—¿Adrienne? —musito débilmente.

Y aunque estaba consternada por el tono cada vez más pálido de la cara de Adrienne, la sangre que no es ni de Adrienne ni mía salpica repentinamente encima mío.

Dónde antes estaban esos dos hombres, ahora sólo hay dos cuerpos sin cabezas.

—Bien, ahora que no tenemos interrupciones ¡Empecemos! —Exclama Artkuz mientras un aura maligna emana de él.

En su cuello, se encuentra un collar muy similar a un ojo.

Los árboles a mi alrededor comienzan a marchitarse y el suelo a erosionarse, todo eso mientras el ojo se torna roja.

Sin embargo, no lo dudo dos veces y cubro a Adrienne con una barrera, además de comenzar a usar magia de curación, misma que me hace difícil centrarme en protegerme a mi misma.

—Inútil —declara Artkuz antes de chasquear los dedos.

De repente, mi barrera se desvanece así como mi magia de curación deja de surtir efecto.

Y lo peor es que no puedo volver a usarlas.

“¿Eh?”

Sin importar cuánto lo intente, soy incapaz de usarlas nuevamente.

—¡¿Qué hiciste?! —exclamo hacia Artkuz.

—¿Qué crees tú que hice? —declara con una sonrisa burlona.

Trato de mantener la calma, sin embargo, no veo manera de salir de esto.

“Adrienne”

Miro de reojo al chico tigre, mientras uso mi cuerpo para protegerle tanto como pueda.

—¡¿Qué es lo que quieres de mí?! —pregunto mientras de reojo miro a todas direcciones en búsqueda de una ruta de escape viable.

—Bueno, no precisamente de tí ¡Después de todo sólo quiero pelear contra un oponente poderoso! —declara Artkuz con gran emoción, misma que se desvanece de su rostro casi al instante—. Pero, no has hecho más que decepcionarme ¡Eres débil!

Tras ello me patea el abdomen y soy enviada por los aires, pero no me desplazo precisamente hacia atrás, sino hacia arriba únicamente.

Al caer de regreso, recibo un gran daño que me hace escupir sangre.

—Maldición.

Me retuerce en el suelo e intento alcanzar a Adrienne, pero mi mano es atravesada por la lanza de Artkuz.

Pequeñas lágrimas se asoman por mis ojos, más por el dolor que por impotencia, pero decido tratar se soportarlo.

—Pero, veo que te has desarrollado bastante bien —declara Artkuz con una asquerosa sonrisa.

Logra amarrar mis brazos y colocarse encima mío.

—¡Suéltame! Te mataré, en serio lo haré —declaro gritando tan alto como puedo.

Pero, parece que nadie me escucha.

—Puedes gritar lo que quieras, vine preparado.

Sintiendo mis opciones de escape esfumarse, utilizo tanta fuerza puedo para cerrar mis piernas y tratar de patearlo.

¿Una Segunda Oportunidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora