Vigésima Novena Parte

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Por la posición del sol tuve que suponer que eran aproximadamente las tres de la tarde cuando terminé de comer, mi nada delicioso almuerzo, y me recosté en la cama . Así que para esa hora ya había agotado cualquier cosa para distraerme hasta…bueno, ya sabemos hasta que. Afortunadamente, para mi cordura, Jake se comunicó a través del cristal. 

-Hola Scarlett –dijo el hechicero con su tersa voz.

-Hola Jake –dije nerviosa, con el pecho apretado de la emoción. 

-¿Cómo has estado? –me preguntó muy casualmente.

-Bien – “extrañando tu voz cada segundo” gritaba mi corazón, pero mi dignidad fue más fuerte y contestó –ni siquiera he notado tu ausencia.

Ya sé, no eran las mejores palabras que mi dignidad pudo haber elegido, pero era mejor que lo que mi estúpido corazón quería decir.

-Me alegra oír eso –dijo sin ningún tono en específico.

¿Lo decía en serio? ¿Acaso no le importaba si no lo extrañaba? Francamente, me molesta esta faceta enamorada, porque solo saca a relucir mi intensidad en todo sentido. Tengo que concentrarme, enfocarme…dejar de lado mis sentimientos. 

-Tengo algunas novedades –dije sin rodeos.

-Perfecto, cuéntame –dijo animadamente.

-Bien, primero lo que creo menos importante –recolecté en mi mente todo lo que Dan me dijo y lo resumí –en pocas palabras, Dan cree que alguien manipuló su carruaje y por eso su accidente, y piensa que el hombre sin rostro tiene algo que ver con esto.

-Pero no hubo ninguna advertencia antes ¿no? –infirió el hechicero.

-No, no lo hubo. Solo mucho whisky en su sangre –dije con sorna. Pero Jake no rió, y me avergoncé. Pues era la única que estaba intentando mantener la complicidad de antes. Carraspee mi garganta –también está el asunto de Jennifer, que al parecer se apellida Manson.

-Excelente, ¿que pudiste averiguar?

-Bueno, al parecer su accidente pasó hace casi diez años, encontraron su cuerpo en el bosque de Duskwood, pero jamás encontraron al asesino –pensar esa pobre chica, y la chica que fue hallada hace poco, me provoca escalofríos, por Hannah…y por sabe cuantas personas más hayan desaparecido así –según parece, ni ella ni el asesino eran de Duskwood.

-Esto podría ser muy útil Scarlett, bien hecho.

-Te lo dije, puedo hacerlo bien sin ti –sentí que mis palabras ardían, y no era por que no pudiera hacerlo sin él, es que no quería hacerlo sin Jake.

-Lo sé, se que eres capaz de lo que sea –dijo con serenidad, como si no supiera que esas simples palabra no me afectaran. De alguna manera sentía que estaba siendo cruel por ser distante y decir cosas lindas al mismo tiempo.

-En fin, hay algo más –dije con seriedad, intentando ignorar sus palabras –a Miranda, la madre de Cleo, le llegaron cartas de amenaza, una de ellas estaba escrita con sangre Jake, y sabes bien lo que eso significa. Por eso decidieron anular la búsqueda.

-Eso quiere decir que Hannah se encuentra en el bosque, Scarlett –dijo apenas exaltado.

-Eso es lo que todos concluimos al final, pero de nada sirve que sepamos eso, al fin y al cabo, no hay manera que la encontremos así simplemente.

-¿y que pretenden hacer ahora?

-Por el momento no tenemos otra alternativa, debemos continuar investigando.

-Lo entiendo, y tienes razón, debemos continuar por el camino en el que estamos ahora –dijo más tranquilo – ¿hay algo más que deba saber?

-No, creo que… –me detuve al recordar mi charla con Jessy, sin darme cuenta me había afectado que dudara de él –no se si deba decirte esto, pero sospechan de ti Jake.

Había una vez en DuskwoodWhere stories live. Discover now