The Last Legends - Apocalipsis

CAPITULO 2: CAMINATA POR EL BOSQUE

Capítulo 2: Caminata Por El Bosque

El sonido ligero de la espada de Lancelot clavandose en el rostro de un muerto llama la atención de los demás, Lesley se adelanta para derribar a otro zombie y clavar el cuchillo en su cabeza, Guinevere derriba al resto de los infectados y los debilita con su magia para hacer la tarea más fácil a sus dos compañeros.

Llevaban horas así, caminando por la ruta de comercio que unía el Lago Azul con la capital de Moniyan y no encontraban ningun carro con provisiones, el mayor del grupo empezaba a desesperarse, el hambre los estaba debilitando mucho.

— No puedo creer que sólo hallamos encontrado carretillas destrozadas y animales muertos, no pudieron haberse llevado todo — reclama al aire mientras ataca a otro infectado con su espada, la sangre del muerto mancha ligeramente su traje.

— Con el tiempo que ha pasado, puede ser una posibilidad — responde Guinevere algo desanimada, en ese momento usa su definitiva para acabar con algunos de los zombies.

— Vine aquí hace unas semanas... — dice cansada Lesley, su herida y el recuerdo de la desaparición de su hermano no la dejaron dormir bien — fue muy complicado, pero si llegamos a encontrar comida esa vez. Sólo tenemos que seguir adelante.

Avanzan unos metros más, que por suerte, había menos zombies, cosa que les ayudó a dar descanso a los tres, pero más adelante el ruido de un disparo cercano llama su atención, este no había sido por Lesley y tampoco iba en dirección al grupo. Los jóvenes se miran confundidos y más cuando empiezan a oírse voces de alguien pidiendo ayuda.

Una señal del asesino es suficiente para que el grupo vayan a toda velocidad. Escondiendose en unos arbustos, logran averiguar de qué se trataba, un hombre estaba encima de una carretilla con cajas de madera, herido de una pierna y con pistola en mano, intentaba defenderse de unos zombies que lo rodeaban e intentaban subir para comerlo.

— ¡Atrás!, ¡déjenme! — realiza otro disparo hacia uno de ellos, cosa que no servía de nada ya que más zombies se acercaban producto del ruido.

— Tenemos que ayudarlo antes de que más infectados lleguen — indica la joven — son demasiados zombies, pero si trabajamos juntos...

— Lesley — interrumpe el mayor — la pierna de ese señor esta sangrando, puede que lo hayan mordido.

— Si lo salvamos y resulta que se va morir, no servirá de nada — apoya la joven de cabello naranja.

— ¿Están diciendo que lo dejemos morir?

— No exactamente — corrige Lancelot — Podrías usar tu rifle y matarlo, así no sufrirá.

— No... ¡No digan estupideces! — alzar la voz hubiera atraído infectados donde estaban los tres, si no fuera por el ruido mayor que hacia el señor disparando a los muertos.

— ¡Lesley! — el mayor mira fijamente a su compañera — a veces tenemos que hacer sacrificios para salvarnos, esa carreta de cosas podría servirnos, no es la primera vez que hago este tipo de cosas y se que, en todo este tiempo, tampoco debe ser la primera vez para ti.

— Dispare ese rifle ahora, jovencita Vance — ordena Guinevere amenazante.

Un disparo suena de parte del rifle de la tiradora, un cuerpo cae de la carretilla, manchando el césped de sangre, los demás muertos voltean a ver por el ruido y avanzan hacia los tres jóvenes por ser los más fáciles de capturar, el señor aún seguía en su carreta, detrás de él, un infectado muerto que estaba a punto de morderlo.

— ¿Contentos? — dice Lesley con atrevimiento, ganándose una mirada de desprecio por parte de los dos hermanos.

Los tres salen del arbusto y se encargan de eliminar al grupo de zombies que estaba adelante suyo, sangre se derrama por sus ropas, pero por suerte, ninguno llegaría a ser mordido. Al terminar su misión, se acercan al señor de la carreta que estaba asustado y en silencio.