CAPÍTULO 4: MÁS PELIGROSO QUE LOS ZOMBIES

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Capítulo 4: Más Peligroso Que Los Zombies

La luz del sol iluminaba con fuerza el bosque de Moniyan, pero el silencio que había en el ambiente convertía de un lugar tranquilo a uno tenso, cerca de la ruta de comercio hacia el Lago Azul, un par de supervivientes buscaba a sus compañeros perdidos, uno de ellos con desesperación.

— ¿Logras ver algo? — pregunta Argus de mala gana mientras se apoyaba en el tronco de un árbol.

— Espera... un momento... — responde Lesley con cansancio, mirando al exterior desde arriba del mismo árbol donde está el combatiente, pero no encuentra a nadie vivo.

Ya llevaban algunas horas y parecía no haber rastro de ambos hermanos, Lesley se sentía cada vez más preocupada, tenía miedo de perderlos.

— Ya van como veinte árboles que te subes, ¿Sabes que puedes seguir el camino por tu propia cuenta, verdad? — menciona Argus mientras ayuda a subir a la tiradora.

— No lo entiendes..., la ciudad Lumina está del otro lado y tú vas a dejarme por ir a tu destino, no voy a poder yo sola contra ese grupo.

— No es que tengas que ir a pelear contra ellos, pero bueno, ya no es cosa mía, mientras no mates a ninguno de ese grupo me da igual. El problema es que estamos perdiendo mucho tiempo aquí.

— ¿No te preocupa ni un poco? — el mayor niega con la cabeza.

— Más me preocupa estar en el mismo sitio, estás zonas podrían pertenecer a un grupo para nada amistoso — explica él — y yo ya no tengo todo mi poder.

— No tardaremos mucho, pronto seguiremos con nuestro camino.

La joven sube al árbol con más dificultad que el anterior, una vez arriba, ella revisa el panorama, algunos zombies se están reuniendo dónde estaban los restos del cadáver de un animal. Mira un poco más lejos y ve a un par de supervivientes que se defendían de unos infectados ¿Podrían ser ellos?

No tardaría mucho en afirmarlo, los poderes de la joven Baroque eran fáciles de reconocer.

— ¡Si! Los encontré. Ahora solo tenemos que seguirlos.

El mayor solo suspira con pesadez

— Por fin...

Caminan por el bosque, en dirección donde ambos hermanos estaban, gracias a ese cadáver de animal que había visto antes es que no habían zombies cerca de ellos, pero otro problema se haría presente y lo notaría Argus, al ver cómo Lesley empezaba a caminar con torpeza.

— ¿Qué tienes?

—¿Yo? Nada, estoy bien — la tiradora frota sus ojos y levanta su cabeza. Agarra su arma con más fuerza para darse ánimos.

Era obvio que algo pasaba, pero no era problema suyo. Siguen el camino, encontrando con algunos zombies más adelante, cosa que tuvo que encargarse Argus, pues Lesley apenas y podía con su propio cuerpo.

— Auch, ¡mierda! — insulta la joven al aire, había chocado con un árbol que estaba delante suyo.

— ¡Suficiente!, nos estamos retrasando — reclama el mayor viendo como apenas la pelirroja podía moverse — ¿Qué demonios te está pasando?

Lesley mira con algo de dificultad a su compañero, a parte de que le pesaban los ojos, ella se sentía algo culpable por la situación.

— No pude dormir y no estoy descansando bien últimamente — confiesa ella — lo siento, no quería demostrarlo pero lo de mi hermano me está afectando mucho.

— Deberías dejar de preocuparte por eso — dice Argus con molestia —apuesto a que él está más tranquilo, cómo no podría estarlo si está dentro de una gran base lleno de supervivientes y completamente segura de zombies.

The Last Legends - ApocalipsisWhere stories live. Discover now