CAPÍTULO 5: CLÍMAX EN EL CASTILLO

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Capítulo 5: Clímax En El Castillo.
 
 
— Vaya, pues si es un buen lugar — dice sorprendida la tiradora.

La zona de protección en el castillo era lo suficientemente grande como para albergar hasta 50 personas. Según lo que contó la joven princesa, esta zona había sido construida por el duque Alvin I hace muchos años y mejorada por los eruditos hace unos meses.

— Si que lo es, realmente se hizo un buen trabajo — le contesta a la pelirroja, mientras conduce al equipo al almacén.

— Bueno... Un «buen trabajo» no fue — dice la combatiente señalando hacia la salida, dónde estaban aún los zombies en el otro lado.

— Hicieron su mejor esfuerzo — se corrige la de cabello leonado, notadose un pequeño nudo en su voz.

— Lo importante es que ya estamos aquí y vamos a rescatarte, ¿Vale? — habla el joven asesino.

— Ehh, creo que deberían tomarse un baño — mirando a los dos hermanos y a la tiradora — no está bien que vayan a comer estando sucios.

— Si, que ya estoy empezando a sentir asco de estar así — habla Guinevere mirando su atuendo. Lesley solamente asiente.

— Oye Lancy — dice Odette, refiriéndose a su amando — voy a acompañar a tus compañeras a los baños, ¿Me esperas?

— Claro, aquí estaré — responde él con una sonrisa. Por primera vez sentía que las cosas estaban bien, como antes que iniciará toda este apocalipsis.

Las tres jóvenes se van, dejando a Lancelot a mitad del pasillo. Pensaba quedarse allí hasta que vuelvan, pero al notar a Argus llamándolo con un gesto, sabría que algo estaba pasando.

¿Debería ir? La forma en como lo llamaba le hacía suponer que se trata de algo importante. Solo espera que valga la pena.

— ¿Pasa algo? — pregunta el asesino, una vez llega dónde su compañero.

— Entra.

Abre la puerta que dirige a la armería. El lugar estaba lleno de algunas cajas metálicas, estantes y varias cosas más que aún no entendía. Se adentra un poco más para revisar el lugar. Logrando ver, en un muro, el mapa de toda la Tierra del Amanecer.

— Si este mapa está actualizado, significa que él refugio principal de los Eruditos aún sigue en pie. Es el mejor lugar donde podrían refugiarse — comenta el mayor apuntando hacia el intermedio que separa Moniyan del desierto — Ir con esos caballos serían, más o menos, un mes de viaje... ¿Creen que podrían llegar?

— Eso es mucho tiempo... — responde el joven mirando el mapa con detalle — pero daré todo de mi para mantenerlas a salvo.

— Bien, entonces confiaré en que lo harán — finaliza y dispone a retirarse.

— Oye, Argus— habla el asesino, logrando que el ángel caído voltee ligeramente — gracias... por ayudarnos a llegar. Todos aquí te debemos la vida.

— Mmph, solo hagan que esto valga la pena — responde él — no sé atrevan a morir pronto.

(...)

El cálido líquido, recorriendo sus cuerpos, las hace suspirar de alivio. Después de un largo trabajo para llegar hasta la base, esto era todo lo que las dos necesitaban. Una vez terminan de lavarse, deciden descansar por unos minutos en esa gran tina de granito.

— ¿Tan mal están las cosas allá afuera? — pregunta Odette con algo de preocupación.

— Está todo de la mierda — responde la menor, la maga hace un gesto de incomodidad por el insulto.

The Last Legends - ApocalipsisWhere stories live. Discover now