Rojo puro infierno

22. Colores primarios

Enero - Hell Hill
Un nuevo año.

Halye

Bienvenidos a un nuevo año en Hell Hill. Quien diria que ya llevo seis meses en este pueblo.

No, no es todo tan malo, pero tampoco es todo  como la introduccion de las chicas superpoderosas eh ¡azucar flores y muchos colores!

Basicamente todos estabamos paranoicos porque lo que un nuevo año deparaba, y no era para menos.

Cualquiera podia ser la siguiente victima.

Incluso yo.

Y con Amelie estabamos lejos de llegar al final del misterio Blake.

Otra cosa mala para agregar a nuestra lista;

Las vacaciones de las fiestas habian terminado. Por lo que me encontraba junto a Zack, Lex y mi hermano rumbo a clases.

Despues de la fiesta de Molly, Lexi no quiso decirme cómo la había pasado, o que había hecho. En realidad, la notaba un poco rara.

Pero como no quería hablar con nadie, respeto su decisión y se que lo hará cuando esté lista para decir lo que sea que quiera.

El instituto de Hell Hill ¿Era tan aterrador como lo recordaba?

A unos metros de la entrada unos chicos dejaban flores nuevas.

Oh si.

El altar que algunos alumnos y maestros le habian hecho a Lewis.

Unos flashbacks de la imagen de su cuerpo que aparecio en las noticias me invadio.

Sacudi la cabeza para tratar de apartar eso de mi cabeza.

-Voy a mi casillero - aviso Lex.

Mire de inmediato a Asher para ver si habia percibido que algo estaba mal.

Pero claro que no porque estaba mas preocupado por su charla con Zack acerca de la fiesta.

La fiesta.

¡Por el amor de todos los dioses!

Si, la fiesta de Molly.

¿Que si lo habia olvidado?

Oh bueno pues....¡POR SUPUESTO QUE NO!

Me folle al maldito Ethan Blake en esa fiesta.

¡Y te ha gustado!

¡Y me ha encantado!

Okey ahora si entendia completamente a las demas chicas.

Aun tengo los recuerdos de Ethan besandome por todas partes.

Recuerdos que me veo obligada a apartar porque provocan que me palpiten partes del cuerpo que no tendrian que palpitar.

Camino tan distraida pensando que reacciono cuando Amelie me sacude por los hombros.

-Es mas facil contactar a Obama que a ti.

-Lo siento, queria el telefono lejos por un rato, pero si te hace sentir mejor, Obama no tiene tantas cosas interesantes que contarte como yo.

A Amelie le brillaron los ojos y sonrio de par en par.

-¡La pequeña Halye tuvo una noche entretenida! - dijo sacudiendo los hombros hacia abajo.

Yo abri los ojos como platos.

Amelie Beyer; la reina de la discrecion damas y caballeros.

-¡No!