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[⇫⇪ Canción para que escuchén mientras leen ⇫]

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Algo normal en la infancia es que uno de tus dientes se caiga, ya sea que por accidente se te cayó con un golpe, te lo arrancaste tu mismo o se cayó solo por lo flojo que estaba. 

Aún si humanos y countrys eran diferentes por como se comportaban sus cuerpos, pero el típico diente flojo que se cae por un nuevo remplazo era algo que ambos compartían.

Hoy les contaré como Kazajstán se hizo adicto a su enfermizo caramelo, como conoció su sabor y se hizo en un acecino, como es que el "espíritu" de su hermana empezó a atormentarlo, y como fue la primera vez que se le cayó un diente...

Al igual que cualquier día el kazajo estaba en el cuarto que compartía con la ucraniana, todos los hijos de URRS compartían cuarto de 2 en dos y a este par de hermanos les tocó juntos, esto hizo que se fueran uniendo más y más en su hermandad, eran el par de hermanos que más se querían el uno al otro de aquellos niños y el de alas doradas era el mas cercano a la chica bicolor.

Pero así como el tiempo pasa y las cosas cambian un diente se le aflojó al bicolor, y la curiosidad hizo que se lo arrancará para que lo dejara de molestar.

Ese fue el momento dónde todo se fue a la mierda

A sus ojos el diente parecía un dulce blanco ¿Una menta? ¿Chocolate blanco? En ese momento que se había arrancado el diente por molestia estaba comiendo un par de dulces que se robó de la alacena de la casa. Creía que la molestia era un dulce que se le había pegado en la boca, la inocencia y estupidez de ese pensamiento lo llevó a intentar comérselo.

Era un dulce duro, o eso era lo que creía. Usando su fuerza logró poco a poco romper el diente con los suyos y así comérselo como si nada. Un nuevo sabor, un sabor único.

Un sabor espectacularmente adictivo

La emoción del nuevo sabor se desvaneció al par de segundos pues su boca se sentía mas "liquida" de lo normal, fue al espejo de su cuarto y abrió la boca para ver que pasaba, y ahí lo vió, la sangre que salía del agujero del diente que se había comido.

Un pequeño grito salió de su boca antes de tapársela para callarse. Ahora lo entendía, no había comido un dulce, ¡SE HABÍA COMIDO SU PROPIO DIENTE!

Todo hubiera salido bien si se hubiera olvidado de eso, si hubiera ignorado el sabor que fue comerse aquello que una vez le ayudó a comer otras cosas, pero no, el sabor ya estaba en su mente... Y quería MÁS.

Los días pasaron, al principio sentía pequeños ataques por querer volver a sentir ese extraño pero delicioso sabor de los dientes, pero su mente le dió una desquiciada solución a su problema.

Ataca animales y quítaselos para comer.

Así pasó sus días, diciendo que iría a caminar, a buscar flores, cualquier excusa que se le ocurría, siempre saliendo con una pequeña mochila con una pequeña navaja y un cambio de ropa igual a la que traía puesta en caso de ensuciarse de sangre. Encontraba animales y como podía les cortaba los dientes de sus encías, los limpiaba con algo de agua y se los comía muy feliz.

Las cosas se hubieran quedado así, un extraño hobbie para satisfacer su necesidad de lo que parecía una extraña droga por sus efectos adictivos en el niño, pero no contaba con una presencia que le arruinaría sus planes. Ucrania.

⩄ Los dulces de un Goloso ⩄  [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora