Prima de Isabella Swan

𓄹𓈒 Parte 14

Capítulo 1.
Parte 14: "El reconocimiento de la verdad"

No había pasado mucho tiempo de que Leah Clearwater había cedido a la inconsciencia ante tanta sorpresa mística observada, la pelirroja de ojos verdes se encontraba bastante interesada en detallar cada parte de la joven Quileute, tantas veces había visto la película y libros hablar muy poco de aquella dolida y fuerte mujer, que todo ese detalle le daba más impulso para conocer más profundo. Sabía cada detalle por encima tal como siempre se contaba en cada parte del otro mundo, sabía de muchas formas de ser de Leah Clearwater, pero en esta vida, Tristana Marvin's quería que fuera plenamente feliz pero sin necesidad de que decidieran por encima de sus deseos absolutamente sinceros y entregados egoísta que deseara la Quileute y luego que la complementara con sus propios deseos de tenerla si quisiera en sus brazos sin demora alguna, no quería que se enamorase de ella porque fuera solo un lazo, no quería que Leah aceptara el enlace místico que las unía porque era una obligación como todo gen del protector Quileute, sino que deseaba ser la paz de aquella dolida y dañada alma.

Quería ser la amistad, la protección y el resguardo de toda herida que no había logrado aún sanar con propiedad, no quería tener un romance porque sí nomas, quería que Leah Clearwater decidiera sin prisas lo que deseaba ser de ella. Quería darle el mundo a Leah Clearwater, y para ello, debía ser clara con la figura paterna desde entrada.

Para: Sammuley

| Necesito que avises en la casa de los
| Clearwater que Leah se encuentra
| bien, pero dile al Señor C que
| Tata Reduni de Escocia, llegará.

• • • • ───────────────────

De: Sammuley

¿Dónde la has encontrado? Bien, iré a decirle. ¿Porque te vas a exponer así? ¿Ha ocurrido algún problema, Tris?

• • • • ───────────────────

| SOLO HAS LO QUE TE DIGO.
| No ha sucedido nada, es hora de
| que se revele la verdad para uno
| de los del concejo.

• • • • ───────────────────

Una vez acabado ese intercambio de mensajes en el pequeño Nokia de tapa roja con detalles gris, con mucha delicadeza levantó con su don del viento a la quileute en dirección a su lomo, cargándola con más seguridad de esa forma. Sacar mucho su forma de unicornio era demasiado extravagante y alborotaba a los animales cercanos, tenían el derecho de asistirla en todo momento y justo por ese motivo no los quería molestar. Más que nada, porque le daba vergüenza pedir ayuda, era muy orgullosa igual que su madre.

Sin perder mucho más tiempo, emprendió camino hacia la casa de los Clearwater, por suerte no se cruzaría en un buen rato con Bella ni con el pequeño Black, por lo que, se perdió entre el bosque de la playa en dirección a su destino.