Capítulo 3
Parte 16: Hasta siempre, Forks.TURNING PAGE
Sleeping At Last
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↻ ◃◁ II ▷▹ ⇀Aun cuando el viaje de regreso a Forks había sido tan revitalizante, liberador y tranquilo, sabían que al llegar a la Reserva debían ultimar algunos detalles para un viaje sin horizonte limitado, y para ello, Leah debía despedirse de su familia y aceptar que su pequeño hermano debiera cuidar del linaje de la familia Clearwater como su padre tanto deseaba que ella lo tuviera. Mientras que Quil debía despedirse de su madre, admitir que sería mochilero, para ambos Quileute sería difícil emprender viaje fuera de sus tierras.
Rosalie y Emmett notaban como la pelirroja miraba las nubes, desde su asiento desde el jet con una nostalgica mirada, mientras una sonrisa débil se plasmaba en su rostro. Ambos sentían como la adoración del ambiente tan hermoso podía deabarajustar las emociones neutrales de la pelirroja, dejandola muy enamorada de aquel hermoso atardecer.
Emmett podía sentir que la pelirroja estaba más relajada pero por algun motivo, la notaban ida entre ese hermosa vista. Los tonos rojizos y anaranjados daban a la melena rojiza una vista esplendida convertida en arte puro ante sus ojos. Rosalie incondicionalmente esperaba que el Clan Cullen sobreviviera y pudieran contar con la visita prometida, pero tal como habían logrado evadir el peligro no sabían como ellos serían capaz de hacer lo mismo. Alice había expuesto a la familia tanto como Edward tras el revuelo de la humana ante el secreto, aquello tenía una penalización.
Ambos se abrazaron admirando la belleza de esa pelirroja que había cambiado sus vidas. Mientras que los lobos se encontraban durmiendo cada uno, combatiendo en el sueño onírico a lo que debían enfrentar prontamente cuando llegaran a la Reserva Quileute.
[....]
Harry Clearwater se encontraba viendo como su hija mayor hacía las maletas, su esposa Sue, estaba con lágrimas de cocodrilo viendo como su pequeña pronto marcharía. Seth era quién con lágrimas cayendo por sus mejillas la estaba ayudando a empacar, pero su sollozo no lo pudo contener más, la abrazó tanto como lo necesitaba.
Leah sabía cuán difícil sería sus vidas a partir de ahora en adelante, como hermanos nunca se habían separado por tanto tiempo. Por lo que comprendía el peso del llanto y el abrazo de su hermano menor, abrazándolo y dejando de lado por un momento su maleta a punto de cerrar.
—Seth... Hermanito, no ahogues nada. Solo suelta todo lo que quieras, no te contengas...—susurra con su voz ahogada, por tantas emociones.
Si bien, Leah hace ya varios meses se había mudado a una cabaña junto a su impronta pero también quería llevarse recuerdo de hogar para el nuevo viaje.
—Te voy a extrañar demasiado, hermana. ¿quién me va a salvar en las mañanas de la furia de mamá? ¿quién me va a calentar la comida sin que yo incendie la cocina?—preguntó entre hipeos por el sollozo el joven de cabellos corto negro, con esos ojos oscuros cristalizados por el llanto.
—Siempre puedes escapar por la ventana de mamá...—contesta con cierto humor, mientras limpia las lágrimas de su hermano menor con sus pulgares con tanta dulzura y diversión.— Procura ser útil y no quemarla, no hay motivo para que no puedas crecer. Aun cuando esté lejos, siempre podrás contar conmigo, hermanito... Esto no es un para siempre.
Seth aún cuando sabía que eso era cierto, sabía que tal vez en cuanto ella pudiera regresar a visitar estas tierras, sus padres ya no estarían entre los vivos. Quedando solo la generación de lo que sus padres fueron en ellos.
—Pero no será lo mismo. Ya me acostumbré a verte gruñona en cada instante de mi vida. ¿cómo me acostumbraré a ser único hijo? Sé que alguna vez lo pedí, pero aún soy pequeño para ya no tenerte más, Leah. —murmura como cachorro regañado.—¿En verdad no lo puedes posponer dos o tres años más?
Leah lo mira con una comprensión enternecida, aunque ella lo quisiera, sabía que esperar tanto en alzar vuelo solo la haría sentir más desprotegida. Ya no era una Clearwater reconocida y amada por su padre, sino que era la aliada del enemigo, una mujer obscena y repulsiva para la tribu. Solo su hermano y madre eran los únicos en quiénes aun podía decir que eran necesarios en su vida.
—¿Serías capaz de convencer a mamá en que se divorciara de papá e irse ambos conmigo en esta aventura?—pregunta Leah tras la anterior pregunta. Encontrando la mirada de frustración y molestia en su hermano.
—Ella no lo va a dejar. Es nuestro papá, padre de la familia y esposo del alma. Muy apesar de que sus costumbres sean tan poco ortodoxos y clasistas, es nuestro progenitor. No podrían vivir felices el uno sin el otro, y yo no tengo pasaporte para viajar. —contesta frustrado Seth.
—Entonces allí tienes mi respuesta. Sabes que ya no pertenezco ni aquí ni en la manada. Pero sé, y confío en que cuidarás bien a mamá por mi, serás un gran Clearwater de buenos valores, confío en ti. —expresa sincera Leah, abrazandolo tan fuerte que ambos tratan de que sea suficiente como para enfrentar la ausencia del uno con el otro entre sus cotidiana vida separada.
Seth se negaba a soltarla. Aunque sea este día tenía para estar en convivencia con su hermana mayor, sabía que esto pasaría tarde o temprano, estaba feliz de que ella lo fuera pero no podía creen que en este 2006 podrían pasar tantas cosas en menos de lo que pareciera 50 parpadeos, o tal vez mil. Debía ser fuerte, saber cuidar la memoria de su hermana y lidiar con el peso que quedaba en él.
Por ella, lucharía por ser justo. Y por ella, sería lo suficiente para la manada, para tal vez algún día unirse a ella en ese viaje sin horizonte limitado.
Por mientras, debía crecer, fortalecerse y mejorar como protector.
Debía enorgullecer a su querida hermana, su querida y feliz hermana, que pronto partiría a tierras lejanas para sanar en cuerpo y espíritu, la tribu había la dañado bastante y sus padres no podían dar más abasto.
En un principio le había parecido injusto, pero luego comprendió que nada sería fácil para ella, siendo la única mujer loba en una manada tan machista como lo era su Tribu.
Las cosas, quiera o no, debían ser así. Y lo aceptaría porque era feliz con su hermana enamorada, ser correspondida, querida y amada, era su gran deseo luego del desenlace con Sam Uley, y esperaba que hasta para el llegara su libertad tal y como Leah lo pudo obtener.
—Te amo, hermana...
—Yo también te amo, Hermanito. Eso nunca lo olvides, estaré allí para ti, cuando me necesites. Esto es solo un hasta pronto para ti, pero un hasta siempre para mi desgraciada vida pesada dentro de esta familia y tribu... Necesito curar heridas, y eso solo pasará si me marcho.
—Lo entiendo, y espero seas feliz de hoy en más. —acepta Seth.
Siendo así, como esa semana. Entre Leah y Quil, cada uno se fue despidiendo de su familia, el consejo Quileute no hizo mas que mirar y retroceder, sin luchar por ellos.
Y todos sabían que esto no quedaría impune para el recuerdo de la mente de Tristana. Ella no volvería a pisar estas tierras, mientras el cuarteto ya estaba saliendo de Forks, siendo Emmett quién conducía, fue la pelirroja quién susurró una significativa frase:
—Hasta siempre, Forks...
—Ha sido un placer conocer, pero ya el tiempo caducó para nosotros aquí, es hora de un nuevo amanecer....
Rosalie sabía que nuevas cosas se acercaban para los cuatros, y en especial para ella y Emmett, tan solo debían ser pacientes.
Tiempo al tiempo, y los deseos más anhelados se harían real.
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Prima de Isabella Swan
FanfictionLa imprimación, los vampiros con sus compañeros y las torpezas de Bella son totalmente las aventuras por las que una joven estaría dispuesta en involucrarse sólo para entender la idiotez humana, solo para vivir como humana cuando no lo es. O tal vez...