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Wonwoo
Miré mal a Mingyu quien tenía una extraña sonrisa, él comenzó a caminar hacia el auto de mis padres jugando con las llaves en sus manos. Ellos se lo dejaron a él y no a mí, esto es indignante.
Jun y yo lo seguimos en silencio. Él se subió al auto, esperamos a que quitara el seguro de las puertas para poder entrar.
- ¿Sabian ustedes que caminar y correr es bueno para la salud? - Escuché como decia Mingyu con una sonrisa maliciosa, lo miré confundido, no me dio tiempo a responder ya que había arrancado a toda velocidad dejándonos a Jun y a mí con cara de idiotas, luego reaccioné, ese hijo de su madre nos piensa dejar aqui.
-iMingyu, Desgraciado regresa! ¡ESTA ME LA PAGAS MALDITO! - le grité con todas mis fuerzas, él aceleró aún más y desapareció de nuestras vistas.
- Seguro volverá - dijo Jun con un deje de esperanza en su voz, lo miré y solté un bufido.
- Eso ni tú mismo te lo crees, vámonos – dije mientras comenzaba a caminar.
Mingyu es un desgraciado, desde el aeropuerto hasta mi casa son tres horas caminando además de que el día está muy soleado... Esto no se quedará así, Jun y yo comenzamos a caminar... Estoy sudando, tengo sed y hambre, el sol me puso rojo como un tomate, me duelen los pies y Jun está igual o peor que yo, estábamos a una cuadra de mi casa, yo iba casi arrastrándome por la calle.
- Cuanto lo odio, ese maldito - dije en un susurro cargado de odio.
El camino entero me la pasé maldiciendo a Mingyu, Jun cayó desmayado en la calle, yo alarmado me acerqué a él rápidamente.
-¿Jun qué te pasa? - pregunté con temor y él me miró con dolor.
- No creo poder más... W-Wonwoo continúa sin mí... debes seguir adelante - respondió él agarrándome de las manos, sus ojos tenian un brillo de pasión, yo lo miré con intensidad también.
- No amigo, debes resistir.. j-jamás te abandonaría aqui – le dije sin soltar su mano.
-Eres un gran amigo pero lo siento.. mi hora ya ha llegado - dijo él con la mirada perdida y luego cayó inconsciente.
-i¡NO000 JUUUN! -grité mientras lo abrazaba.
Algunas de las personas que pasaban por aqui me miraban raro pero las ignoré a todas, mi amigo me ha dejado. Con la fuerza que me quedaba puse a Jun en mi espalda y como pude caminé unos pasos hasta mi casa, en cuanto llegué abrí la puerta y me derrumbé en el piso con Jun arriba de mí. Me lo quité de encima, fui a la cocina y bebí agua fría como nunca antes, volví a donde estaba Jun con dos vasos de agua fria y le tiré el agua de uno a la cara lo que hizo que él se despertara.
-¿Dónde estará el demonio ese? - pregunté con un tono cansado mientras le daba el otro vaso con agua a Jun para que bebiera.
Al parecer Mingyu no está aqui y el auto de mis padres no está afuera ni en la cochera.
