Capítulo 5-Nerea

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—¿Cómo empiezo? —Es lo primero que pregunta, justo antes de encender de nuevo la cámara.

—Hemos llegado, como acabas de ver, al punto en el que Aitana nos cuenta cómo tuvo su primera mala experiencia, y comenzó a esconder su sexualidad. Al final, tú también eres lesbiana, así que me gustaría que nos contaras cómo viviste tú esto. —Hace un gesto al cámara, y la lucecita roja se enciende.

Nerea coge aire, tratando de ordenar sus ideas en el menor tiempo posible.

—La principal diferencia entre Aitana y yo era que ella ya se lo había admitido a sí misma. Teníamos la misma edad, pero ella tenía claro que le gustaban las mujeres, y yo..., por desinformación o porque tampoco había tenido una relación para darme cuenta, no tenía ni idea de qué me gustaba. Cuando lo descubrí y pude poner todas las piezas en su sitio, fue demasiado tarde, porque Héctor se había encargado de meternos a las dos en el armario, a ella directamente, y a mí por arrastre.

—¿Cómo lo pusiste todo en su sitio?

—Con ayuda de Aitana. No sé si ella lo sospechaba o solo estaba siendo didáctica, pero en los comienzos del grupo, entre ensayos, grabaciones y cosas varias, hablábamos mucho del tema. Me di cuenta de lo ciega que había estado en un montón de cosas, me conciencié con otras cuantas... Me ayudó muchísimo.

—¿Antes o después de enamorarte de ella?

—Antes, antes. —Ríe, con las mejillas rosadas—. Todo el mundo tiene la manía de decir que fue desde el principio. Puede que algo de atracción hubiera, pero realmente no sentí nada hasta tiempo después. Ella es preciosa, pero conocerla fue lo que me sacó de la nube.

—¿Puedes ponernos algún ejemplo?

Lo piensa un instante, mirada perdida, y asiente.

Años atrás, Aitana se había quedado sola un rato en el estudio que usaban para ensayar y grabar las canciones. Estaba mirando en la tablet la repercusión de la primera canción. La había visto entera de nuevo para fijarse en los detalles y no encontraba fallos, al menos en sus amigas. Ella se veía tensa, sobre todo al principio.

El éxito de esa primera toma de contacto había sido moderado. Diez mil visitas en no tanto tiempo. También había comentarios positivos, que eso era al final lo importante, y la mayoría no eran de sus familias, lo que estaba bien. Era obvio que no iban a tener un súper hit, y menos con esa cover, así que tenía que relajarse y centrarse en eso tan bonito que les estaba pasando.

Nerea la pilla con la nariz arrugada al entrar, llevando la funda de una guitarra bajo el hombro.

—Ana ha tenido que irse —anuncia—. Emergencia familiar o algo así.

Esto llama la atención de la castaña del flequillo, cuyos ojos se abren con mucha fuerza.

—¿Está todo bien?

—No tengo ni idea, no me ha querido decir más. —Se encoge de hombros—. En fin, que tenemos un rato más para repasar «Seis» si quieres. Dice Héctor que quiere grabar pronto la canción y el videoclip.

Aitana asiente con energía.

—Muero de ganas. Siempre he querido saber cómo se graban.

—No es tan emocionante, normalmente. —Chasque la lengua la rubia, llevando a sus espaldas unas cuantas grabaciones, mientras ha trabajado como ayudante en la discográfica—. Es playback, grandes escenarios, normalmente mil cambios de vestuarios y mucho agobio. Aunque tengo que confesar que nunca he estado en un videoclip al aire libre.

—Ah, entonces será diferente, hasta mejor. —Apoya la barbilla en su mano, con la mente ya soñando con mil escenarios—. ¿No decía que quería que estuviéramos cada una en un espacio natural tocando el piano?

3 melodía: Nuestro caminoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin