(Mintz)
¿Fue justo después de los dieciocho años? En ese momento pude
pasar mis días como aprendiz de farmacéutico en el gremio de mi ciudad y, como
parte del entrenamiento, llegué a Urfair, donde muchas hierbas medicinales raras
crecen naturalmente por todos lados.
Un día y mientras estaba buscando plantas creciendo en el lado sur, me encontré
con que estaba completamente perdido.
El sol se pone a medida que camino entre las ramas y la oscuridad comienza a
llenarme gradualmente... Pensé, que sería bastante peligroso seguir caminando en
esta condición así que decidí descansar al lado de un gran árbol cercano hasta que
finalmente amaneciera.
Creí que era afortunado por llevar conmigo un puñado de comida y mucha agua
potable. Obviamente, supuse que podía aguantarlo un poco más de lo que en realidad
era posible...
No había nada especial que hacer mientras esperaba... ¡Y para mala suerte mía
comencé a escuchar que alguien rasgaba un árbol cercano! ¡Mierda! ¿Puede ser obra
de una bestia demoníaca? Tengo pocas habilidades de combate y si viene por mí
definitivamente voy a ser asesinado con un único movimiento.
Cuando me puse de pie y me di la vuelta lentamente para evitar hacer ruido, escuché
un grito justo detrás...
¡Y mil veces mierda!
Soy un conejo, así que debería ser capaz de correr medianamente rápido...
¿Cierto? ¿¡CIERTO!? Corrí tanto como pude y crucé árboles y plantas, troncos, salté
pequeños charcos y después seguí y seguí y seguí corriendo... Pero mi fuerza física no
duró mucho más de unos cuantos kilómetros.
Después de un tiempo, mis pies perdieron potencia y mi respiración se agotó por
completo. Por si fuera poco ¡Sentí que el rugido que escuchaba desde atrás se
acercaba cada vez más! Oh, estoy destinado a la muerte. Cierro los ojos mientras
rezo pidiendo que sea algo rápido y no tan doloroso...
En ese momento, escuché una voz desde la parte superior de un árbol alto:
"Oye, ¿Eres el farmacéutico que vino de Leónidas?"
La voz todavía suena como la de un niño.
"¿Ah? Sí".
La persona saltó frente a mí desde lo alto ¿Qué demonios? ¡No puedo creer que lo
hiciera desde esa gran altura!
El joven delante de mis ojos, iluminado por la luz natural de la luna, tiene orejas
de lobo que crecen sobre su corto cabello gris. Él, sonrió ampliamente y me mostró
unos brillantes y limpios ojos azules.
"Tenía mucha curiosidad por tí... Y vine a verte".
"Gracias por eso pero, no tengo tiempo para presentaciones cordiales. ¡Parece que