Volver a vivir

Prólogo

Ace no sabe con exactitud que sucedió, recuerda que su cuerpo se movió por instinto para colocarse en medio del ataque que estaba dirigido hacia su hermano menor, siente como todo su cuerpo se quema lentamente por dentro (algo que le resulta totalmente irónico, después de todo, él está hecho de fuego), mientras escucha los fuertes llantos de todos sus nakamas y a la vez el desgarrador grito de dolor que emite su dulce e inocente hermanito.

Su corazón se estruja y arde cada vez que su obstinada memoria revive aquellos gritos de sufrimiento y tristeza, como si estuviera condenado a vivir esos instantes el poco tiempo que le queda de conciencia. Ace sabe que está muriendo.

Sabe que con este resultado dejó a muchas personas importantes para él, sabe que dejo muchas promesas sin poder cumplir, sabe que mucha gente sufrirá por su muerte, él sabe que fue un idiota al dejarse llevar por sus emociones.

Pero, sin embargo, no sé arrepiente. Ace está 100% seguro de nunca arrepentirse de haberle salvado la vida a su precioso hermano menor. Luffy es el sol y tesoro que Sabo y él prometieron proteger. Y esa es la última promesa que pudo cumplir (aunque en realidad, fue la única).

Su cuerpo sigue ardiendo, sintiendo como su vida se apaga como una vela en medio de una fuerte tormenta y está dispuesto aceptar el destino que él decidió vivir.

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Luffy... Chicos...
Gracias por amarme....

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No sabe de dónde saco sus últimas fuerzas, pero ese el último mensaje que decide dejar escapar mientras una cálida sonrisa se forma en su rostro antes de sentir su cuerpo flotar y finalmente desvanecerse, a pesar de aun sentir los delgados brazos de su hermanito enredados en su cuerpo.

“Tal vez… en otra vida, podamos reencontrarnos los tres Luffy, y volvernos otra vez hermanos, ¿Qué dices?”