Incondicional - SeroMina

Capítulo 5

Llegó el lunes y con él comenzó la rutina de todas las semanas. Asistir a las clases de la mañana era bastante tedioso. Por la tarde, dado que tenían entrenamiento heroico, a todos les resultaba más interesante. Aunque a veces los entrenamientos eran muy pesados y terminaban lesionados. Sin embargo, Sero seguía con mal de amores y no tenía ánimos para nada. Para su buena o mala suerte, sus amigos no le preguntaron nada. Kaminari se la pasaba todo el día con Todoroki. Parecía que estaban pegados con engrudo. Trato de no prestarles atención, verlos tan cariñosos lo hacía sentir peor. Durante el almuerzo las cosas empeoraron. Al parecer no era su día. La pareja de novios que parecía pegada decidió escabullirse por ahí, por lo que en la mesa de comedor solo estaban Sero con Kirishima al lado y Bakugo en frente a ellos.

Kirishima estaba hablando animadamente de algo que a él no le importaba. A lo lejos pudo ver a Ashido junto a Hagakure. Se quedó mirando a la chica rosada, recordando el día en que alguien pasó por al lado de ella y le volcó la bandeja. Vio como alguien se acercaba a ella por detrás y le ponía una mano en el hombro. Era un chico con un par de cuernos en la cabeza muy grandes. De seguro era su novio, el tal Chiba. Ashido había mencionado que tenía cuernos y que se veía atractivo. Sero pensó que más bien parecía un demonio.

Iba a continuar comiendo cuando vio como Mina dejaba su bandeja en una mesa cercana y luego abrazaba y besaba a su novio. Se sentía como si le hubieran arrancado el corazón. De inmediato perdió el poco apetito que le quedaba y se levantó dispuesto a salir del comedor.

Kirishima lo miró preocupado y le preguntó si pasaba algo, dado que se iba sin haber terminado de almorzar y tenía una mala cara. Respondió que se sentía mal y que no tenía ganas de comer. Eijiro se quedó preocupado, pero dejó que se vaya; si se sentía mal lo mejor era que descansara un poco. Bakugo vio como Sero de iba con cara de apaleado, pero no le prestó atención. Era la primera vez que él y Kirishima comían solos, se sentía agradable que solo fueran ellos dos.

Al día siguiente, por la noche era el turno de Hanta de sacar la basura. Estaba de muy mal humor, pero tenía que cumplir con sus obligaciones. Tiro las bolsas dentro del contendedor con enojo.

Se quedó un rato afuera mirando los jardines iluminados con luces artificiales. La noche era agradable, se hubiese quedado un rato más si no fuera porque tenía sueño.

Estaba a punto de la vuelta para volver cuando le pareció ver a alguien conocido a lo lejos. Él había visto esos cuernos enormes, no se le olvidarían tan fácil. A pesar de que el muchacho no le caía en gracia le daba curiosidad saber qué estaba haciendo a esa hora en los jardines.

Pudo ver que una chica se acercaba a él y lo abrazaba, luego del abrazo él sostuvo su rostro y la besó.

No podía creer lo que estaba viendo, estaba seguro de que era el novio de Mina, pero esa chica no era ella. Necesitaba contarle a su amiga lo que acababa de ver.

Entró a la residencia temblando a pesar de que no hacía frío. Buscó a Ashido con la mirada, la encontró charlando con Kaminari y Uraraka en el sofá. Se acercó hasta ellos y le pidió hablar a solas. Ella notó su nerviosismo, por lo que aceptó enseguida. Subieron hasta el cuarto de Mina.

—¿Qué pasó? ¿Viste algo raro afuera? —preguntó una vez que cerró la puerta de su habitación.

—Algo así. En realidad, fue algo malo. —Hizo una pausa tratando de encontrar las palabras que debía usar—. Cuando salí a sacar la basura vi a tu novio, lo reconocí por los cuernos grandes.

—¿Pero de dónde lo conocés? Todavía no te lo presenté.

—Los vi ayer en el comedor —explicó Hanta rápidamente—. Cuando lo vi, recién, se estaba besando con una chica.

Ashido lo miró incrédula. Sero no parecía estar mintiendo, pero lo que decía no tenía sentido.

—¿Es un chiste? —preguntó ella con un poco de molestia.

—¡No! ¿Cómo voy a hacer una broma con algo así? —Mina negó con la cabeza.

—Seguramente que te confundiste con otra persona, ¿por qué él haría algo así frente a los dormitorios de la clase de su novia?

—No sé. Capaz es tonto, tiene cara —dijo Sero con desdén. Ashido lo miró enojada.

—Ya entiendo lo que está pasando —exclamó ella—, estás inventando todo esto porque no tolerás que te haya rechazado y querés sabotear mi relación.

Hanta la miró con mucho dolor, no podía creer lo que estaba escuchando.

—Yo jamás haría algo para lastimarte.

Habló tan despacio y con tanto dolor que Mina se sintió culpable al instante. Él simplemente salió de la habitación sabiendo que ya no tenía nada más que hacer ahí.

De camino al ascensor las lágrimas inundaron sus ojos. Se limpió el rostro de manera frenética cuando estas cayeron junto a los sollozos que llenaron el pasillo vacío.

Chan. Se pudrió todo. Mina hiciste llorar al bebé y esto no te lo perdonamos ¬¬