♯ ⿻ ˚ ༘✧⇄Gyomei y Sanemi tienen una fuerte pelea de pareja, terminado diciéndose cosas muy irientes.
El patrón al enterarse decide enviarlos juntos a una misión para que se reconcilien.
La misión no sale bien y sanemi cae ante una técnica demoníaca...
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Sanemi se acerco a la fuente miro el agua que estaba en su interior. Las aguas de la fuente formaron ondas y una imagen se vio reflejada. Era el y Gyomei al lado de ellos una niña y un niño rubios de ojos marrones. El humano mirava es imagen sin comprenderla y con mil y un preguntas.
─ ese es tu destino si decides afrontar tus problemas con el grandote ─ hablo el demonio. ─ pero si no lo afrontas ─
La imagen cambio ahora mostraba un velatorio era una escena trágica, se podía ver qué el velatorio era de el mismo, muchas personas derramaban lágrimas y otras se succionaban los mocos.
─ tu morirás ─
Sanemi no lo podía creer esa imágenes eran ciertas, no podían serlo era un truco del demonio. Pero tan real, parecía tan verdadero pero era un destino incierto, solo si decidía aceptar su error y el de Gyomei. Simplemente estuvo segado por la ira y el rencor, su ego no le dejaba ver atravéz de su equivocación. Era fácil perdonar, pero perdonarse a uno mismo es otra cosa, la mente se llena de dudas, pero en el fondo el sabía que no era el único confundido y que perdonar y auto perdonarse era la respuesta a toda disputa.
De repente el albino empezó a brillar, con un fulgor blanco tan puro como la nieve fresca.
─ ¡Increíble lo lograste podrás salir de este sueño! ─ festejo el demonio.
─ ¡Oye escoria! Dime tú nombre ─ grito sanemi.
El demonio quedó atónito por esa pregunta, hace milenios no era llamado por su nombre.
─ me llamo Yume ─ dijo el monstruo.
─ Bien Yume no te sientas especial pero descansa en paz ─ dichas esas sanemi brillo con mayor intensidad y desapareció de su subconsciente.
Abrió los ojos pero los volvió a cerrar había mucha luz luego de unos segundos los volvió a abrir lentamente pestañado una y otra vez tratándose de acostumbrar a la luz. Miro a un costado y allí estaba Himejima Gyomei, el equid de la cuestión. Intento sentarse pero todo ese tiempo quieto le estaba pasando factura, gimió y se volvió a tirar a la camilla. El pilar de la roca reaccionó rápido y ayuda sentarse a Sanemi.
─ Estás despierto ¿Cómo estás? ¿Te duele algo? ¿Quieres que te traiga... ─ fue detenido por un suave beso en sus labios.
─ si tú estás con migo estoy perfecto ─ hablo con una voz dulce y melodiosa.
El mayor abrazo al albino y derramó sus clásicas lágrimas.
En ese preciso instante entro Shinobu junto a Genya, para hacer la revisión diaria del Shinazugawa mayor. Pero al verlo sentado Genya corrió y callo en los brazos de su hermano mayor.
─ Me alegra mucho que todos estén bien ─ la voz de Sanemi sonaba suave y baja, por el tiempo sin usarla.
─ No te vuelvas a irte así nunca más, me tenías muy preocupado ─ hablaba Genya entre ipidos y lágrimas.
─ Tranquilo no me iré nunca más. ─
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➵🍵┇ Palabras: 553
⌦᎒Notas Autora᎒༉↺ Bueno este es el final de esta bella historia, la quise terminar más con los hermanos ya sé que la historia gira a entorno al shipy HimeSane pero quise darle un final diferente.
Espero que la pudieran disfruta la el capítulo final lo borré e reide como 5 vezes así que tá.
Perdonen las faltas ortográficas y palabras fuera de lugar.
Si llegamos a un 500 de likes hago un extra y con muchas ganas.
