𝑬𝒍 𝑰𝒏𝒅𝒊𝒄𝒂𝒅𝒐┊HimeSane

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Varios meses después del despertar de sanemi todo había vuelto a la normalidad excepto que Gyomei se había vuelto más protector con Sanemi. Cosas simples como ir de misión se habían vuelto un martirio para Shinazugawa, acostumbrado a hacerlas solo se sentía cohibido al tener a Himejima siempre al tanto de el, hace ya unas semanas que le habían permitido retomar sus misiones con regularidad pero Gyomei había pedido al patrón si podía acompañar a Sanemi a las misiones por lo menos por una semana para ver qué no tenga una recaida a lo que el patrón no tubo objeción pese a las quejas de Shinazugawa, el deseaba un tiempo en paz sin tener a su pareja todos los segundos controlandolo, el albino entedia que lo que su acidente había dejado muy mal a Gyomei sentir a tu pareja desvanecerse frente a ti no es una experiencia agradable.

El sol estaba en lo álgido del cielo bañado a todos con su calor, la primavera era la temporada favorita de Sanemi aunque nunca lo aceptaria en voz alta, le encantaba ver las hermosas flores por todos lados los pájaros cantado abejas zumbando y el suave calor que hacía, y lo difrutaba aún más si Himejima estaba con el bajo algún árbol grande alegado de los demás sentado en la falda del mayor y disfrutando de las caricias, pero el no estaba haciendo eso justo ahora ambos se dirijan a una misión en una ciudad bastante grande, eso sería un inconveniente ya que las ciudades siempre estaban activas no importa el horario que sea, por lo general era donde habitaban más demonios. Ella habían sido llamados porque unos demonios habían echo un grupo y cazaban en manada.

Al llegar a la no tan década ciudad ya era tarde en la noche y habían tenido un viaje largo, decidieron comer algo antes de cazar a las bestias. Un local de Udon estaba abierto así que fueron a comer allí. Dicen panza llena corazón contento o eso dicen.
Decidieron ir por unos callejones que parecían ser el lugar perfecto para que un grupo de demonios pudiera cazar en paz. Gyomei se veía nervioso, algo que alterava mucho la poca serenidad del albino.

- ¿Por qué tan inquieto? - pregunto Sanemi. Mientras caminaba a paso lento al lado de su pareja

- solo me preocupa tu bienestar, me tiene preocupado tu rápida recuperación y que te dieron de alta rápidamente - dijo sinceramente Himejima. Mientras lágrimas caían por sus ojos.

Sanemi solo suspiro, ya habían hablado mucho sobre esto, Shinobu había decidido que estaba completamente sano pero su novio seguía estando en desacuerdo. Ya había gastado mucha saliva en este tema y no lo iba a retomar.
De un momento para otro algo alarmó a los pilares, una sombra de movía rápidamente entre los techos y balancones. Pero no era tan rápida como para no ser detectada por dos Hashiras.
Pronto se vieron rodeados por varias sombras, se dedica que eran demonios de bajo nivel, estos mismos los empezaron a atacar uno tras otro iban muriendo, Gyomei estaba demasiado atento siempre procurando que Sanemi estuviera bien, esto molestó mucho al nombrado el era un pilar y no era por bonito. Los demonio continuaban llegando perecian no acabar, Shinazugawa se metío dentro de un cellegon sin salida pero no para el sino para los demonios.
Pero algo llamo su atención, dos niños parecían de no más de 6 años abrazados y con un terror explícito, algo en esos niños llamo la atención de Sanemi sentía que los había visto antes. Borro rápidamente es línea de pensamiento, debía matar a esos demonios y evitar que se acerquen a los niños. Se colocó en postura y respiro hondo, salto y rebotando en las paredes como impulso corto la cabeza de todos los demonios.