Bernardo es un investigador con un gran futuro, pues era el favorito de la policía quien toma un caso sobre la desaparición de hombres de 20 y 25 años. Bernardo se descubre mas de lo que esperaba encontrar haciendo que la investigación se complique...
Yo soy el ángel de la lujuria, Y ustedes chiquitas mías fueron las que me permitieron corromperlas. Mi poder aumenta cuando hay resistencia por parte de ustedes.
-Te voy a dar una oportunidad de regresar a tu vida. Gabriel me miraba con confianza
-Lo único que debes hacer es no dejar qué deposite en ti mi fluido.
Gabriel Me dio una oportunidad y debía aprovecharla pensaba en ese momento. Gabriel se paró frente a mi y me miró fijamente a los ojos.
-Tú estás enamorada de mí. - Gabriel me agarro suavemente la barbilla mirándome fijamente.
-En ti está la decisión de regresar a tu antigua vida o de dejarte corromper por mí lujuria.
De repente Gabriel me abrazó por detrás y comenzó acariciarme lentamente frente a todas las chicas del lugar. Mis pechos comenzaban a crecer con cada caricia de Gabriel.
Podría decir que era la sensación más placentera que había sentido en mi vida mientras me dejaba llevar por su olor, su melodiosa voz, sus provocadoras palabras y finalmente sus increíbles caricias.
Mi miembro estaba completamente erecto y quería reventar. Por otro lado el miembro de Gabriel rozaba y entrepierna una y otra vez. Una sensación indescriptible se apoderaba de mí mientras con sus palabras preguntaba agarrando mi miembro.
Me permites entrar en ti o quieres ser libre.
Me permites entrar en ti o quieres ser libre.
Ir a una sensación indescriptible y muy provocadora, pues era como si necesitará que algo entre en mi.
Ese algo podría describirse cómo un vaso de agua en el desierto.
Me permites entrar en ti o quieres ser libre.
Mételo ya.
Gabriel con una sonrisa se expresó.
Tan groseramente me lo vas a pedir.
Te voy a dar un favor divino y debes tomarlo como tal.
Por favor Gabriel mételo.
De repente, una extraña sensación llegaba a mí. El miembro de Gabriel penetraba lentamente mientras mi erecto pene poco a poco iba perdiendo fuerza y tamaño hasta desaparecer por completo.
Lentamente el miembro de Gabriel me hacía saborear una extraña sensación que se apoderaba de mi. Yo ya no podía ver mi miembro pero podía sentir el de Gabriel, quien me había liberado convirtiéndome en una mujer de pies a cabeza, pero en ese momento yo estaba muy confundido. Gabriel era era muy bueno conmigo y me demostró que si quería ser alguien en la vida no debía seguir a quién era mi ex jefe pues demostró su debilidad abandonándome en un momento clave.
Gabriel bombeaba dentro de mí una y otra vez, demostrándome el verdadero néctar del placer. Nunca en mi vida había sentido semejante sensación en mi cuerpo y lo demostraba con fuertes gemidos.
-Una vez deposite mi esencia en ti serás mía para siempre. - Gabriel se expresó
-Podrás disfrutar los placeres de ser una de mis Ángeles.
Cada penetración era como un orgasmo, uno tras otro. Mi boca dejaba caer fluidos y mis piernas temblaban mira control de mi cuerpo y solo me dejaba llevar por el placer. Mi despecho por mi ex jefe y la tentación de Gabriel había causado que me entregue completamente a el.
-Ustedes los humanos solo recibieron una miseria del placer que pueden llegar a sentir y hoy al aceptar mi regalo te darle una probada de cómo es el verdadero placer.
De repente sentí cómo un caliente fluido se apoderaba de mi interior mientras Gabriel gemía de placer. Aquel fluido provocó que algo en mi crezca, era una sensación indescriptible que solo iba en aumento.
Era como la muerte transformada en placer, era algo que parecía que iba a acabar pero solo aumentaba más. Yo solo gritaba de placer, mis gritos eran tan fuertes que todo el edificio escuchó.
Gabriel sabía que después de aquel intenso orgasmo que sentí, mi cuerpo no soportaría y caería desplomada al piso. El me agarró con fuerza y dejó que caiga lentamente y con un profundo beso cerró el ritual.
-Denle la bienvenida a su nueva hermana.
-Un nuevo ángel llegó para quedarse.
Gabriel abrió mis ojos y me despertó de que el sueño. siempre estuve segada y ahora probé un poco de aquel néctar de Gabriel.
Después de recuperarme, pude notar qué mi cuerpo era un poco diferente pues era igual o mejor qué el de mis nuevas hermanas.
Recordaba que el momento de la entrevista cuándo sentí estaba en otro mundo en el que no encajaba. Pues ahora siento que encajo a la perfección.
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