"Estoy bien" | Encanto AU

☆ Entre las estrellas ☆

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Estaba de nuevo solo en su habitación, Parce seguía fielmente a su lado, echado moviendo su larga cola cerca de su brazo y con su peluche de jaguar fuertemente sujeto cerca de su pecho.

Estaba triste, y su familia estaba un más triste.

No se había arriesgado a hablar con nadie de su familia, sabia que si pasaba lloraría; y si lloraba su mamá se preocupaba.

No quería ponerla aún más triste.

Extrañaba a Mirabel, había visto a su familia reunida cerca de una falda azul llena de bordados cuando Casita cayo.

Había visto sus pies todos sucios por el polvo que estaba por todo el lugar.

El mismo había estado sucio ese día por el mismo polvo.

Estaba asustado ver su casa caer y a su prima caer con ella...

Toda la tarde se pasó llorando aferrándose al peliche que Parce logró recuperar.

Estaba asustado.

Seguía asustado.

Su familia le había dicho que Mirabel se había ido para siempre...

Siempre era mucho tiempo, o eso le explicaba Mirabel, y el solo quería volver a verla, ir al pueblo a jugar con Cecilia, Juancho y los otros niños

A pesar que era fue un poco más callado y se mantenía cerca de Mirabel sujetando esa falda llena de bordados que había visto como se hacía, se sentía mucho más seguro al lado de su prima.

Era la primera vez que pasaba tanto tiempo lejos de Mirabel.

Y sabía que no pasaron más de dos días.

Quería que ese "siempre" llegara pronto y poder darle un gran abrazo para hacerle prometer que no lo dejaría mucho tiempo solo de nuevo.

—Se que siempre dura mucho tiempo, pero sabes cuánto, ¿Parce? — pregunto a su jaguar, el único con él podía hablar y que estaba seguro que lo escucharía; rascaba distraídamente detrás de sus orejas con una mano, la otra abrazaba el peluche.

El jaguar lo miro tristemente acurrucándose más cerca del niño.

—Solo sé que es mucho tiempo.

—Pero quiero que llegue ya— murmuro abrazando con más fuerza el peluche.

—La volverás a ver— ronroneo el jaguar —. Pero no será pronto...

—Todos estan tristes— sintió las lágrimas en sus ojos queriendo que Mirabel entre por la puerta de su habitación y lo abrace, le diga que todo estaba bien mientras le murmuraba esa canción de cuna.

—Yo estoy triste...— murmuro dejando que el llanto salga, en la soledad de su cuarto se permitió llorar, no había nadie a quien preocupar, a excepción de Parce que solo enrosco su cola en su brazo.

—Ya, ya Toñito— murmuraba acariciando sus rulos —. Hay que tener cuidado cuando corres, ¿okey?

—Está bien— murmuro secándose sus lágrimas, abrazando a su prima después de caerse mientras jugaba con los niños a las atrapadas.

—¿Quieres ir a Casita para darte alguna arepa del desayuno o buscamos a mi mamá para que puedas regresar a jugar? — pregunto tomando su rostro entre sus manos y secando con sus pulgares sus lagrimas

—Quiero ir a dibujar— murmuro

—Está bien, hombrecito— a pesar de pesar con sus cuatro años y medio, lo cargo y lo llevo todo el camino hasta Casita.