Parte IV

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Miró el mensaje de Christine y suspiró bloqueando el teléfono sin contestarle. No tenía ánimos para hacerlo, no luego de lo que Vivian le había dicho. No había parado de pensar en todo lo que le había dicho; ¿Christine una ladrona? ¿Una mentirosa? ¿vivía con un chico? Eran tantas y tantas preguntas que tenía, pero solo Christine podía aclarárselas. ¿El problema? Temía preguntarle. Temía que los rumores si fueran ciertos, que ella si fuera una ladrona, que ella estuviera jugando con él. Le dolería mucho que ella le hubiera mentido y hubiera jugado con sus sentimientos cuando él siempre había sido sincero desde el principio. Realmente le dolería descubrir que todo había sido un juego para ella, una mentira para aprovecharse de él o peor aún de su abuela. Pensar que pudo haberle robado le enfurecía; su abuela le tenia un gran cariño y ambos habían cuidado de ella cuando más lo había necesitado como para robarle. Pero no iba a pensar en ello ahora, tampoco en Christine. Hoy solo se dedicaría a su abuela y hacerla reír.

—¿Todo bien? —preguntó Vivian detrás de él y este asintió distraídamente. Tenía que dejar de pensar en ella y concentrarse en su abuela. Era lo único que importaba.

—Gracias por preparar todo, de verdad—sonrió Justin dándole un abrazo y esta rio correspondiéndole. De verdad estaba agradecido con ella; había llegado temprano a preparar todo para la llegada de los niños y hasta había preparado meriendas para todos. Sin duda alguna era una gran chica y el chico que saliera con ella seria muy afortunado. —Iré por la abuela—dijo y esta asintió volviendo a la mesa dándole los últimos detalles. Justin subió a la habitación de su abuela y tocó levemente la puerta, pero no recibió respuesta. Su abuela llevaba días sin salir de la habitación; o al menos no frente a él. Temía que no estuviera comiendo o peor aun que se estuviera descuidando, dejándose llevar por el dolor. Temía que recayera en una depresión y descuidara su salud. —Abuela ábreme por favor, tengo una sorpresa para ti—pidió recostándose de la puerta, pero nada. Su abuela no hacia el menor ruido posible para dar señales de vida. —Estoy muy preocupado por ti, no me hagas esto abue...—suspiró tocando levemente la puerta. Solo quería ver a su abuela y abrazarla. Quería decirle que todo estará bien y que lo tenía a él. Que no iría a ningún lado.

—Estoy bien cielo, solo necesito estar sola— se escuchó decir a Diane y Justin suspiró aliviado al escucharla. ¡Ella estaba bien!

—Lo se abuela, pero tengo una sorpresa para ti—dijo Justin y Diane se pegó a la puerta para escuchar mejor a su nieto. —Vivian ha traído a los niños del orfanato por una clase de artes contigo, ya vienen en camino y nos encantaría que estuvieras, me encantaría que estes abue...—dijo y se escuchó como Diane le quitaba el seguro a la puerta antes de abrir. Justin sonrió aliviado al verla; era la primera vez que la veía desde hace una semana y a pesar de que estaba toda despeinada y en pijama, se veía bien.

—¿Qué dijiste cielo? ¿Vivian está aquí? —preguntó confundida y Justin asintió con una sonrisa.

—Esta abajo, los niños llegaran pronto pero tu debes darte una ducha—contestó y Diane sonrió por primera vez en días. ¡Le emocionaba tener la casa llena de niños! Sobre todo del orfanato. Bruce y ella iban una vez al mes a verlos y a llevarle artículos de primera necesidad, y juguetes. —Te esperaremos abajo—sonrió besando la frente de su abuela antes de darle un abrazo. ¡La había extrañado tanto!

—Gracias por todo cielo, por darme mi espacio y por siempre estar ahí para mi—susurró Diane y Justin la abrazó fuertemente. Quería reconfortarla y hacerla sentir amada; que sintiera que él estaba ahí para ella siempre. —Te amo mi niño—sonrió acariciándole la mejilla.

—Yo también abue, mucho—sonrió Justin dándole un beso antes de salir de la habitación dándole espacio a su abuela. Bajó las escaleras y sonrió al ver como los niños poco a poco se acomodaban en las mesas. Debía admitir que Vivian había hecho un gran trabajo; cada niño tenia su silla y sus canvas.

Ghost {Justin Bieber Short Story}Where stories live. Discover now