Capítulo 37

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Cuando Mei se inscribió en la Academia St. Freya y escuchó que este era el lugar donde entrenarían a las valquirias del mañana, era seguro decir que tenía grandes expectativas de los estudiantes con los que sería compañera de clase.

Después de todo, su propia experiencia personal previa con compañeros de clase dejaba mucho que desear...

Entonces, cuando se presentó frente a la clase que sería su nueva compañera de clase 'transferida', su corazón se detuvo cuando vio que los ojos de todos se iluminaron al reconocer su nombre.

Parece que la noticia de lo que le sucedió a su familia también había llegado a este lugar.

Temiendo que sucediera otra Academia Chiba, hizo todo lo posible para tratar de pasar desapercibida, desvanecerse en el fondo tanto como fuera posible y esperar que nadie la molestara.

Pero había olvidado el factor crucial de que asistía a la academia junto con Kiana y Haruto, los dos ya notorios entre el alumnado por sus propias razones.

Kiana pertenecía a la familia Kaslana, una de las tres familias importantes que comprometieron a Schicksal. Aquí la chica de cabello blanco tenía la misma fama que una vez tuvo cuando Massive Electric todavía era el gigante corporativo que alguna vez fue.

Y en cuanto a Haruto, no solo era sobrino de Himeko Murata, sino que también era el primer estudiante varón de St. Freya. La chica de cabello púrpura oscuro aprendió rápidamente que la adaptabilidad masculina a la energía honkai era extremadamente baja, tan baja que solo había unos pocos casos registrados en los que un hombre podía sobrevivir estando cerca de la energía honkai sin morir.

Así que no hace falta decir que tratar de permanecer en un segundo plano era imposible con sus amigos.

En el primer momento en que tuvieron un descanso, fue todo lo que sus compañeros de clase necesitaron antes de inundar sus escritorios, haciendo todas las preguntas que tenían para ellos. Desde su escritorio observó con una pequeña sonrisa la expresión de suficiencia de Kiana, sin duda disfrutando cada momento de la atención.

No le sorprendió que la buena naturaleza de Kiana atrajera a la gente.

Pero lo que no esperaba era que un pequeño grupo de estudiantes apareciera frente a su escritorio.

Se preparó para sus insultos mordaces, pero lo que recibió la sorprendió. "U-Um, sé que esto puede sonar extraño, ¡pero no creo que tu padre haya cometido todos esos crímenes!" Gritó la líder, para gran desconcierto de la heredera.

"Nunca creí lo que dijeron todos esos presentadores de los medios", habló otro compañero de clase, lo que hizo que Mei se volviera hacia ella en estado de shock. "La corporación de tu padre es la razón por la que mis padres sobrevivieron al cáncer, un hombre amable como ese nunca podría cometer crímenes como ese".

"¡No creemos que seas como lo que dicen los medios!"

"Yo..." Realmente se quedó sin palabras por lo que le habían dicho. La ex heredera sabía que Santa Freya estaba destinada a ser un nuevo comienzo para ella, un nuevo capítulo en su vida...

Nunca hubiera pensado que tendría este tipo de nuevo comienzo.

Así que dijo lo único que se le ocurrió decir en ese momento.

"Gracias, tus palabras significan mucho para mí".

Aquí a la gente, bueno, a una buena mayoría, no le importaba el estatus. Se hicieron amigos de personas que compartían los mismos intereses que ellos o porque les gustaban. Fue un cambio extraño de cómo funcionaban las cosas en la Academia Chiba, pero fue un cambio que Mei agradeció.

Un impacto desconocidoOnde histórias criam vida. Descubra agora