Un inesperado encuentro entre Dan y Katrina causa una rivalidad entre ellos. Deben convivir con el sentimiento mutuo de no soportarse. Dos personas diferentes se darán cuenta de sus similitudes, una fe que los une, un instituto, la música y la segur...
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Recomiendo escuchar la canción cuando se menciona.
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Viernes.
Después del desayuno me senté en la sala a leer un libro de ensayo que había traído de mi casa. Él timbre de la puerta sonó repetidas veces desviando mi mente por completo a aquel rechinante sonido.
-Dan, ve a abrir-gritó Camilo desde arriba-me estoy poniendo los pantalones.
Dejé el libro sobre la mesita de centro y me dirigí hacia la puerta. Abrí y me quedé helado al ver quién estaba del otro lado. Ella también pareció petrificada.
-Katrina...-logré hablar.
-¿Está... la señora?
-Estoy visitando a Camilo y...sí está, la señora sí está.
Nos interrumpió el tropel de Camilo bajando las escaleras y volvimos a verlo.
-Ah, Katrina-exclamó Camilo caminando hacia nosotros.
-¿Tú madre está en casa?-volvió a preguntar.
¡Carajo! Acababa de decir que está.
-Sí está, pasa, la llamaré.
Camilo fue a buscar a su madre mientras que Katrina entró a la sala y se sentó justo donde estuve antes. Se quedó mirando el libro en la mesita, de seguro descifrando que era mío. Yo me quedé en la puerta con la mirada perdida hacia la calle, preguntándome cómo debía actuar con ella.
-¿Cuándo llegaste?-escuché que preguntaba con tono tranquilo.
-Ayer...y me iré mañana.
-Espero disfrutes del lugar.
-Es...-me volví para mirarla-es agradable.
-Ay, aquí estás-apareció la señora y le dio un abrazo.
-Toma-le entregó una cajita-dile a tu madre que me llame y me diga qué le pareció.
-Vajilla española-se rio Camilo-es una vajilla, pero española.
