Tengo a un hombre con varias costillas rotas reposando en mi pequeño consultorio en casa, no se su nombre y tiene pinta de ser un rufián, pero la mirada que me dedico antes de desvanecerse pudo conmigo.
Estaría bien, solo tenía que reposar, las costillas solo tienen un método de curación el cual es reposo absoluto.
Pasaban las tres de la madrugada y yo seguía a su lado, desde mi escritorio me encontraba dibujando al chico sumido en la inconsciencia, quizá estaba mal dibujar a alguien sin su consentimiento, pero al diablo, deje mi dibujo de lado cuando su voz me alertó.
-Vendran por mi-. Me dijo viendo directamente a mis ojos.
-No lo sé, puedo prestarte el móvil para que llames y vengan a buscarte-. Le respondí mientras me ponía de pie.
-No será necesario-. Sonrío y las cicatrices a los lados de su boca se marcaron aún más.
-No será necesario porque ellos ya vienen-. Debe seguir bajo el efecto de alguna droga, pero da un poco de miedo, quizá estaría asustada de no ser porque tengo un bisturí en el bolsillo por si acaso.
T/N acerco un poco de agua en su taza rosa favorita con una pajilla y unos cubitos de hielo.
-Bebe con cuidado, si sientes dolor házmelo saber-. El chico acerco sus labios a la pajilla, sorbio un poquito y se quejo, llevándose la mano al torso de inmediato.
-Tranquilo, te traeré antibióticos si el dolor es muy fuerte-.
-Más-. Pidió viendo la taza, t/n le ofreció el agua de nuevo y bebió más, dolía, pero su sed le ganaba.
-Señorita doctora, tengo hambre-.
-Antes dime tu nombre, yo soy t/n-.
-Doctora t/n suena muy bien, yo soy Sanzu, solo Sanzu-. Finalizó al mismo tiempo que el timbre de la casa sonó.
-¿Quién puede ser? Son casi las cuatro de la madrugada-. Sanzu sonrió.
-Te dije que vendrían por mi-. T/n lo miro confundida, pero salió dispuesta a abrir, topandose con dos hombres con el cabello en tonos lilas, altos y vistiendo trajes elegantes.
-Ran, ¿seguro que es aquí?-. El de cabello más largo hablo y el otro se quedó mirando como decidiendo sus palabras, hasta que Sanzu apoyándose en la pared llegó por detrás de t/n.
-Oigan imbécil menor e imbécil mayor, tardaron demasiado, de no ser por ella ya estaría muerto-. Sanzu se abrazo de la chica como un niño pequeño y al que antes habían llamado Ran hablo.
-Ah~ Pero que encanto de mujer-. Suspiró y tomo la mano ajena besando el dorso de la misma finalizando con una sonrisa.
-Oigan no entiendo nada-. Hablo t/n y el otro chico recién llegado respondió.
-Y no hace falta que lo hagas, solo nos llevaremos a este tipo, después te enviaremos una recompensa o algo.
-Sanzu tiene tres costillas rotas-. Lo miro y continuo. -Cuidenlo, debe reposar y...
-Mi salvadora es doctora-. Les presumió aun pegado de la joven.
-Felicidades-. Dijeron con ironía los de ojos lilas. -Vamonos ahora, Mikey no es paciente.
-¿Mikey? ¿Ese Mikey?-. Ahora la chica si estaba perdida, se había metido en algo que no debía.
-Rindou, ¿Puedes esperar afuera?-. Ran miro hacia ti y prosiguió. -Estara bien cuidado, tranquila, serás bien recompensada, vamonos-. Le hizo una señal a Sanzu para que se fueran.
-Sigo teniendo hambre-. Dijo el pelirosa.
-Ah, si, sobre eso-. T/n corrio hacia su cocina y volvió con una bolsa que le extendió a Sanzu. -Espero que te guste, también puse una receta con medicamentos para el dolor, Sanzu tomo la bolsa un poco inseguro, luego de eso salieron de tu casa sin decir nada más, de nuevo sola, en esa gran casa.
-Vaya, hablaron de Mikey-. Reíste.
-Tuve a tres tipos de Bonten en mi casa y viví para contarlo-.
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Medical 🏥 Tokyo Revengers 💉 one-shots💉
FanfictionDónde tú eres la doctora a cargo de estos pandilleros. Todos los personajes le pertenecen a Ken Wakui con excepción de T/N.