fallin' all in you; hwang hyunjin

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Capítulo treinta y dos:
"Te protegeré".

-Repite eso que has dicho. -exijo, adentrándome del todo al apartamento. Chan me mira asustado, luce más pálido de lo normal y puedo ver cómo observa a mi madre, quien luce igual de asustada que él-. ¿Alguien va a explicarme lo que acabo de oír o debo sacar conclusiones?

-Escucha, es a-algo un poco complicado de explicar... -es mamá quien toma la palabra, dando un paso en mi dirección.

-No lo es, solo tienes que decir la verdad.

-No creo que seas capaz de soportarlo... -dice, apartando su mirada de la mía.

-¿Qué puede ser peor que ser despreciada por tu madre toda tu vida? -soy yo ésta vez quien da un paso hacia adelante, mirándola fijamente-. ¿Qué puede ser peor que aguantar tus críticas destructivas, -doy otro paso- que tener que ser comparada con los demás? ¿¡Qué es peor que vivir constantemente bajo el ojo del huracán!? ¿¡Dime qué es peor que eso!? -en el momento que sus ojos conectan con los míos puedo apreciar lo aguados que se encuentran y, aunque me siento un poco mal por hacerla llorar nuevamente, decido que es ahora o nunca, que debo dejar salir todo aquello que he aguantado durante tanto tiempo-. ¿¡Tienes idea de cómo me siento al verme al espejo y escuchar tu voz en mi cabeza gritarme lo mal o ridícula que me veo!?

-Steph, creo que estás excediendote... -Chan da un paso hacia a mí, con las manos en alto y yo lo fulmino con la mirada.

-¡No Chan! ¡He estado sintiéndome de la mierda toda mi puta vida! ¡He estado viviendo en tu sombra y en la de Jacob! ¡No puedes decir que estoy siendo excesiva cuando no has vivido de la forma en que yo lo he hecho! -en éste punto mi voz comienza a temblar y puedo sentir mis ojos humedecerse-. Porque mientras tú eras elogiado por hacer lo que ella esperaba de ti, yo sólo recibía críticas y palabras que ahora no salen de mi mente... No puedes decirme que estoy excediendome por decir que ésta mujer nunca me ha tratado como a una hija. -y un sollozo se oye en la habitación, uno que, sorprendentemente no proviene de mi.

-Y-yo no tenía idea de todo el dolor que te he causado...

-¿Y te parece que no soy capaz de soportar lo que tienes que decirme? Pues, como puedes ver, soy mucho más fuerte de lo que crees. -mi labio inferior tiembla al intentar dar una sonrisa falsa, siento una lágrima deslizar por mi mejilla y la borro bruscamente. Entonces, con toda la calma que ciertamente no sé de dónde sale voy hasta el sofá y me siento-. ¿Y entonces? Quiero respuestas.

Chan es quien va a tomar la palabra, hasta que mamá le hace retroceder alzando una mano y negando con la cabeza.

-Supongo que están lo suficientemente grandes como para entender. Christopher, toma asiento por favor. -la veo tragar saliva, a pesar de que intenta lucir tranquila. Él acata lo que dice y se sienta justo a mi lado-. Existía un hombre... -comienza- Jinho se llama, fue mi pretendiente durante largos años, siempre intentaba llamar mi atención con regalos y demás cosas que nunca llegué a aceptar por respeto a mi relación su difunto padre. Creímos que yendo a vivir a otro país durante algunos años él se olvidaría de mí y desistiría, y así sucedió. Ignoré y bloqueé todo tipo de contacto con él, pero las cosas se pusieron algo difíciles y decidimos volver, para ese tiempo Chris ya tenía al menos unos cinco años. Al llegar aquí fue difícil conseguir trabajo pero tu padre lo hizo, logró encontrar un puesto como guardia de seguridad y entonces Chris comenzó a enfermar... -ella tomó una bocanada de aire, desvió la mirada y como si le costara hablar del tema se frotó las manos- Comencé a desesperarme, no teníamos el dinero suficiente para comprar medicamentos o ir a clínicas así que comencé a buscar trabajo también, encontré en una página que solicitaban a personal de limpieza, contacté el número y no tardaron en agendarme una entrevista. La mujer que me entrevistó fue amable, me dejó llevar a Chris e incluso se ofreció ella misma a pagar sus medicinas, yo casi lloraba de la felicidad. La mujer estaba casada con un hombre de negocios que casi nunca estaba en casa y yo me llevaba muy bien con las demás personas del personal, era un ambiente acogedor y todos le tenían especial cariño a Chris y a Jacob. Todo iba de maravilla hasta que sucedió lo que más temía: encontrarme con ese hombre nuevamente. Kim Jinho era el esposo de aquella mujer, la pesadilla de la que siempre huí era nada más ni nada menos que uno de mis jefes. Estuve a nada de renunciar pero ese hombre no parecía tener el mismo interés que antes, parecía que realmente se había rendido y prácticamente me ignoraba, aún así seguía sintiéndome incómoda a su alrededor.