"Escolta"

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"El diablo siempre protege a su ángel"


Lucien

Vilma es fastidiosa y como siempre se sienta mi lado en la mesa de la cafetería, frente mío tengo a la única persona que considero de confianza. Ren.

El mantiene un palillo de madera en la boca a la vez en sus dedos mientras platica con Vilma molestándose ambos el uno al otro. Mi atención cambia cuando veo entrar al Ángel a la cafetería, ella se sienta en una mesa junto a un chico.

Mi curiosidad se activa y me enderezo para verlos a ambos. Parecen saludarse con mucha confianza en un beso en la mejilla, el chico. Lo he visto. Es parte del equipo de fútbol, recuerdo que su nombre es Xavier algo. ¿La pregunta es qué hace con Davina?

—Lucien amigo. ¿Me escuchaste?

Vuelvo la mirada a Ren quien me ve confundido y con humor.

—¿Que?

Él se queda en silencio unos segundos y ve a sus espaldas donde estaba mirando hace un rato y se da cuenta de mi distracción.

—¿Te pasa algo con ella?

Intercambiamos miradas y le regaló una pequeña sonrisa sínica. No necesita saber más.

—¿Por qué Davina? — pregunta Vilma a mi lado. El volteo a ver por un momento en sus ojos esta esa curiosidad asesina en ella ignoró eso y vuelvo a ver al frente.

—Nada que te incumba Vilma, mis asuntos son mis asuntos.

Ella suspira irritada cruzando sus brazos sobre la mesa.

—Ni que fuera gran cosa.

—¿Y acaso la conoces? — pregunto.

—... Se que Amber y ella solían ser mejores amigas — se queda callada.

—¿Y qué pasó para que eso dejara de ser? — me sonríe para luego levantarse.

—Pregúntale tú mismo a ella si es que se atreve a decirte — camina detrás mío y desaparece por el pasillo.

Mi mirada vuelve a Ren quien parece entretenido con lo que estábamos.

—Borra tu sonrisa — le ordeno, pero por supuesto no lo hace —Ya vámonos.

Él y yo nos levantamos acomodamos nuestras chaquetas de cuero y salimos en silencio de la cafetería. Sin antes darle una pequeña mirada al pequeño ángel que está sonriendo junto a el chico.

(...)

Pasa el largo y aburrido día y sin importar que tanto mis ojos la busquen por donde paso no llegue a encontrármela por casualidad en toda la maldita escuela. Nuestro calendario diario debe ser demasiado diferente para no habérmela cruzado ni hoy ni antes.

Rápidamente saco mi teléfono celular y envió un mensaje a Ren de que debemos vernos en mi apartamento cuando pueda. El estruendoso sonido de cosas cayéndose ocasiona que levante la vista.

Y ahí la veo. Pero en el suelo y con la cabeza agachada, sus libros en el suelo y a dos tipos gritándole. Siento en mis venas furia crecer, pero me quedo en mi lugar. Ella puede salir de eso.

Mantengo mis pies arraigados en el suelo mientras espero, pero ella no se mueve sigue con la vista hacia abajo como si solo esperara a que pase. Esto es ridículo, ella tiene que hacer algo puede defenderse sola.

Veo como uno de ellos toma su mentón obligándola a mirarlo de manera brusca. Mi paciencia nunca fue mucha. Decido que eso fue suficiente. Mi cuerpo reacciona antes de haber tomado la decisión. Arranco la mano lejos de ella ubicándome entre ellos dando espacio lo suficiente lejos de ella y ellos.

El Ángel del DiabloWhere stories live. Discover now