1. Cuando te encontré.

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Holaaa individxs atractivxs.  Antes de comenzar a leer, quiero aclarar que el capítulo es completamente diferente y nuevo a lo que leyeron y a lo qué fue última vez que actualicé. (Y para los nuevos, tranqui, solo actualicé una vez esta historia y fue el primer cap)

 Pero para aquellas personitas que pudieron leerlo, olviden toda la información de su cerebrito, ¿va? 

LES AMO, ESPERO Y LES GUSTE:D


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"Suerte con el nuevo chico, Sloane"


10 de octubre, Whistler, Canadá.

Uno más.

Vamos, puedes una más.

Mi culo ya no podía, eso estaba más que claro. Me dolía la mitad del dorsal y ya podía sentir el dolor que me daría esta noche a la hora de sentarme en la taza del baño para orinar. Joder. Sin embargo, mis piernas todavía podían soportar al menos una vuelta más. Así que tenía que intentarlo.

Cerré los ojos y dejé salir una larga exhalación, y así una y otra vez. Y... luego lo hice cinco veces más, y después me di cuenta de que solo lo estaba usando como excusa para no saltar. Maldita sea, Sloane.

Es ahora o nunca. Posicioné bien mis hombros y comencé a patinar repitiendo el número. Relajé mi cuerpo y extendí ambos brazos sintiendo el aire helado de la pista de hielo por mi cuerpo. Estás cerca. Tomé velocidad, giré mi cuerpo lentamente hacia el lado izquierdo, elevé un poco los brazos en el aire, me impulse con la pierna izquierda y salté, giré una, giré dos, giré tres... y caí de culo.

AUCH.

Maldito salto estúpido.

Mi culo volvió a golpear el hielo por enésima vez y el ardor se hizo reconocible segundos después justo ahí, y enserio que fue la peor sensación del mundo. Tuve que apretar los labios para no chillar frente a los pequeños jugadores de hockey de diez años que practicaban a solo unos metros de mí. Vi como uno de ellos, señalaba hacia mi dirección y se murmuraba un par de cosas con su compañerito de al lado y después de eso, ambos comenzaron a reír. Sí, pues amigo, Santa Claus NO EXISTE.

Me coloqué de pie y me encaminé hacia los vestuarios con la mitad del cuerpo adolorido. Ya había sido suficiente por hoy. Había fallado esta noche, de nuevo. Y así llevaba toda una semana; fallando, cayendo, lastimándome el culo e intentando lograr el salto cuádruple y, en todos esos días, no lo había logrado ni una sola maldita vez. jodidamente genial.

Y no era que fuera una maniaca intensa con esto del patinaje, pero me frustraba el hecho de que todas mis compañeras ya lo habían logrado y yo no. Porque eso casi nunca sucedía. Siempre estaba al mismo ritmo que ellas, incluso lograba adelantarme mucho antes que. Sin embargo, algo estaba sucediendo conmigo. Algo que no me gustaba para nada. 

Era extraño que mi cuerpo estuviera tan distraído por tanto tiempo, y no solo mi cuerpo, tenía la mente por las nubes últimamente. Me sentía extraña, desubicada, rara, no lo sé, era como si... algo estuviera por suceder. Como si mi cuerpo estuviera aconteciendo algo...

Dios, el estrés universitario ya me estaba volviendo loca. Necesitaba salir de fiesta, emborracharme, distraer la mente, PERO YA. Las cinco horas de entrenamiento no habían logrado despejar mis pensamiento, vale, entonces unos cuantos tragos tal vez lo lograrían. 

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