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SLOANE

¿Alguna vez han sentido la sensación de estar soñando despiertos? Algo así como; estar despierta, poder escuchar, respirar, pero no reaccionar. Así me sentía yo en estos momentos. En un sueño demasiado bizarro en la que solo yo era espectadora porque los demás personajes, si podían interactuar entre ellos menos yo.

Pero ¿era en serio que esto se trataba de un sueño, o estaba sucediendo en realidad?

Pestañeé un par de veces antes de despertar. Sentí el cuerpo helado, los vellos de punta y una sensación de euforia por todo el cuerpo. Sin embargo, no podía hacer nada. Débilmente, lograba distinguir en dónde demonios me encontraba. Me sentía demasiado cansada como si hubiera corrido todo un maratón y hubiera despertado de este apenas.

Titubeé sin saber qué demonios estaba pasando y volví a pestañear, intentando reconocer a la persona que se encontraba a mi lado.

Entonces cuando al fin logré entender la pose en la que me encontraba, me confundí todavía más. Mi cabeza descansaba en las piernas de alguien. Al parecer de un sujeto de cabello grisáceo que poco a poco reconocí que se trataba de él. Mason tomó mi rostro con ambas manos y sus pulgares se deslizaron por lo suave de mis mejillas al tiempo que conversaba con la persona de enfrente.

Toda su atención se enfocó en esa persona, pero, aun así, sentía la calidez de sus caricias que lograban a mi cuerpo entrar en calor lentamente.

—¿Por qué carajos hiciste eso? —escuché su voz, casi como un susurro. Más bien, un susurro distorsionado. ¿Por qué me sentía tan relajada? Y, ¿por qué carajos mi cuerpo estaba tan... dormido y en modo zombi? Mis oídos se sentían tapados, pero gracias a las caricias de Mason, el baro trauma lograba disminuir lentamente.

—Sabes que estará bien, Mason. Era imposible tener una conversación con esta chica despierta. Sabes que es peligroso —el otro hombre habló. Entonces sentí su mirada y fue una tortura porque el miedo me invadió de pronto. Mason acarició lentamente mi cabeza en un acto tan natural y sutil.

—Lo sé —respondió.

—¿Por el momento que ha sucedido?

—Está fallando. Parece que su cuerpo entró en un estado de hipnosís. No logra concentrarse. Tiene una competencia muy importante mañana, pero está fallando —rozó su pulgar por mi mejilla. Suspiré con los ojos cerrados.

El sujeto de enfrente chasqueó con amargura.

—¿A qué crees que se deba?

Mason tardó en responder, pero luego del silencio que se tomó, muy denegado, dijo:

—A mí.

—Creí que eso ya no sucedía —el sujeto pareció confuso.

—Los cuerpos guardan memorias, Tío Dee.

—Esto me trae demasiados recuerdos —suspiró el hombre y parecí ver que se llevaba las manos al cabello, exhausto.

—No podemos dejar que siga recordando —negó Mason—. No podemos dejar que lo haga. Estaré en peligro. No tiene que saber nada de mí y, creí que todo eso ya estaba resuelto. —su voz se había vuelto algo oscura. Habló determinado y seguro de sus palabras. Lo escuché suspirar.

¿Estaré en peligro? Estará en peligro.

—Si Sloane se entera de mí, lo más probable es que ella misma me asesine —repitió él al hombre, negando—. Estaré en peligro y tal vez muerto.

Si la chica recuerda, estarás en peligro —el hombre comentó, asintiendo y recitando aquellas palabras. Dando a entender que no era la primera conversación que tenían sobre esto.

Mason me miró. Lo supe porque sentí su mirada. Lo sentí a él. Aun con los ojos entreabiertos y llenos de destellos distorsionados a los extremos de mi campo de visión, pude sentir esos ojos azules. Siempre los sentía.

—Hice un trato con todos —murmuró.

—Lo sé.

—Se lo prometí a papá y a mamá.

—También lo sé.

Mi cuerpo fue cubierto con una manta. Sentí algo cálido y pesado sobre mí. Mason me había cubierto lentamente.

—No puedo creer que hayas hecho todo esto para contactarme —el hombre soltó, divertido—: Existe el móvil, ¿sabes?

—Lo hice porque quería estar un poco más de tiempo con ella. Quiero conocerla.

Un chiflido coqueto salió de la boca del sujeto. Mason gruñó en voz baja.

—Mmm... a mi se me hace que...

—A lo que viniste —le cortó el rollito coqueto al hombre al instante.

—Igual de testarudo que tu madre —protestó.

—¿Entonces cuál es tu plan? —Mason preguntó.

Shtz, shtz. Primero lo importante. Hay que ser cuidadosos, Jacksito —el hombre dijo. No tuve que mirar a los ojos a Mason para saber que había rodeado los ojos.

En eso, sentí la mirada del hombre de nuevo en mi y como lograba aproximarse poco a poco. ¿Qué iba a hacer?

—Es conversación privada y familiar, no puedes escuchar, ni recordar nada de esto, pequeña —musitó cerca de mi oreja.

Vi como la silueta de Mason asentía. Entonces, fui sintiendo la mano de Mason, ahora helada, sobre mi frente y muy lentamente el sujeto de cabello negro me susurró:

—Dulces sueños, Sloane. Nos veremos pronto.

Y todo se volvió negro.

**

Holaaa a mis individuos sexis y atractivos!!! Los extrañe <3

Sé que se tienen varias dudas sobre este capítulo, pero solo puedo aclarar algunas cositas: Era importante que este cap fuera así de corto. Más adelante entenderán el por qué. I promise.

- No caigan tan rápido en los juegos de Mason!! A todos nos puede engañar. Y tampoco confíen tan rápido en mi porque ya saben que me encanta eso de hacerlos dudar demasiado, así como en EVADE. Pero los amo. Muak, muak.

- En este capítulo se revelan muchas cosas, pero solo presten atención a los pequeños detalles. Ya que todo es muy diferente a lo que fue con EVADE. Y aunque al leer, parezca que ya lo saben todo y que las cosas se revelen así de rápido y fácil, repito; no se dejen engañar ;)

Me gustaría leer sus teorías y sus opiniones sobre este cap>>>

Les mando un fuerte abrazo de oso, les amo!

xoxo,

Vale.

HIDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora