Capítulo 26

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Ash.

Un año después.

No puedo creer que hace poco más de un año casi nos quitan el bosque. Especialmente que hace poco más de un año fue que enterramos a Herk.

Los fines de semana, específicamente los sábados, es que vamos a su tumba a visitarlo. Sin falta.

¿Y qué pasó con nosotros?

No mucho la verdad.

Seguimos viviendo en la casa de Herk. Nadie nos molesta y no molestamos a nadie. Obviamente, todos seguimos estudiando, pero esta vez en escuelas privadas. Sí, privadas. Resulta que Herk tenía un tesoro bajo sus camas, ya que un día lo estábamos limpiando y descubrimos un montón de cosas de valor.

Y vaya que tenían mucho valor.

Somos demasiados por lo que los cupos de inscripción se acabaron algo rápido, por suerte y entramos todos en la misma escuela. Eso fue hace unos meses, en el nuevo año escolar. Todavía recuerdo la cara de la directora cuando vio a unos muchachos inscribiendo a tantos niños.

La verdad es genial, y aunque no se compara con Herk dándonos clases con su total paciencia y voz tranquila, me siento bien aquí. El próximo año algunos ya irán a la universidad, y como tenemos dinero de sobra gracias a Herk y su acumulación de bienes de valor de hace siglos, podrán ir a una privada también.

Todos de hecho.

Siempre pensó en todo…

—Ash ¿en qué piensas? —giré en dirección a la voz, se trataba de Mulan.

—En nada, tranquila —le aseguré sonriendo.

Nos quedamos mirando unos segundos, sin expresión alguna. Yo detallando cada parte de su rostro y ella… no lo sé, solo me miraba. Sentí mi rostro algo caliente. Es una extraña sensación… A la final, fuimos interrumpidas por Claudia.

—Chicas, necesito de su ayuda —las dos volteamos casi al instante.

—¿Qué pasó, Clau? —pregunté al verla agitada y bastante sonrojada.

—Cre-creo que me besé con Scott —soltó.

Espera, espera… ¡¿Qué?!

—¿Cómo que “crees”? —volví a preguntar.

—O sea, nos besamos —trató de explicarse—, pero por unos segundos, solo fue… eh…

—Necesitamos a Mary —comentó Mulan al saber que Claudia se seguiría trabando.

Nos levantamos y fuimos a buscarla. Al encontrarla nos dirigimos a nuestra habitación y le contamos lo que nos dijo Claudia.

—¡¿Qué?! —gritó. Me sobresalté ante tal grito. Claudia la hizo callarse.

—Por favor, no hagas tanto escándalo.

—¿Cómo que no haga escándalo? Te besaste con la persona de la cual estás enamorada hace tres años —a Mary siempre le a interesado todo lo que tenga que ver con Scott y Claudia. Y bueno, yo no soy la excepción.

Pero Mulan sí.

—Mary, solo fue un beso. Y tú también, Claudia, no veo qué tanto escándalo y nervios.

—No entiendes porque todavía no haz sentido el amor que se sienten Clau y Scott —defendió Mary. Mulan se sonrojó, cruzándose de brazos.

—En fin, chicas. Necesito saber qué hacer —volvió al tema—. Nosotros estábamos hablando normal, de repente nos acercábamos cada vez más y cuando me di cuenta… nos estábamos besando. Solo presionamos nuestros labios, no fue un beso como en las películas así todos alocados, no. Ya después de unos segundos nos separamos, el sorprendido, yo sorprendida… Nos quedamos viendo para después salir corriendo cada uno por lados diferentes.

Ok, esto sí que parece de novela.

—¿Por qué corrieron o qué? —pregunté.

—No lo sé… sólo… no lo sé —Claudia parecía asustada, aunque se le podía ver cierto brillo en los ojos. Un brillo de felicidad.

—Mira, algún día esto iba a pasar, ustedes se gustan desde hace mucho y la verdad no entiendo porqué se contenían tanto —explicó Mary—. Habla con él, dile que te gusta, da el primer paso. Sino, la vida se les irá en jueguitos. Sabes muy bien que tú le gustas, y es más que obvio que a ti te gusta él. ¿Qué esperas? ¿Qué sean unos viejos arrugados y arrepentirte de nunca haberle dicho nada?

Nos quedamos en silencio unos minutos. Claudia se lo estaba pensando mucho, demasiado, pero al final accedió a hablar con Scott. Lo buscamos por la casa hasta por fin dar con él. Los sentamos en la sala y nos fuimos a esconder para poder escuchar lo que se decían.

—Emm… Scott, hay algo que tengo que decirte —Claudia se notaba algo incómoda, pero a la vez emocionada.

—Yo también tengo algo que decirte —¿qué será? Que sea lo que estoy pensando por favor.

—Primero tú.

—No, no. Primero tú —cedió él.

—Primero tú, por favor.

—¿Y si lo decimos al mismo tiempo? —sugirió.

—Está bien. Uno —empezó a contar con los dedos—, dos, tres.

—Me gustas.

—Me gustas.

¿Se confesaron los dos al mismo tiempo?

SE CONFESARON LOS DOS AL MISMO TIEMPO.

—¿E-en serio? —preguntó él.

—S-sí. ¿Tú desde hace cuánto?

—Hace como tres años ya —sonrió de lado—. ¿Y tú, Claudia?

—También desde hace tres años —sonrió tímidamente.

Mire a Mulan y a Mary, las dos estaban tan inmersas en lo que estaba pasando que casi ni parpadeaban. ¿No que a Mulan no le interesaba esto? A mi parecer le interesa, y mucho.
Al regresar mi vista a los enamorados noté que estaban más cerca que antes, ya no hablaban, solo se miraban con una pequeña sonrisa en sus labios. En los míos también se formó una al ver que la distancia disminuyó y se unieron en un beso. Un beso movido, lento, y sobre todo, con amor.

Agarré a las chicas llevándolas conmigo. Es momento de dejarlos a solas.

Suspiré al recordar a ese alguien. Ese alguien que espero sienta lo mismo que yo. Y aunque me da miedo lo que creo sentir, ya que también es la primera vez que me siento así, me gustaría ver qué sucede.

Esperar.

No tanto tiempo como Claudia y Scott. Pero quiero esperar, ver si los sentimientos que tanto he leído en los libros sigue creciendo o desaparece.

Y sobre todo, conocerme un poco más. Conocer mis gustos, y conocer a esa persona.

Quiero ver a dónde me llevará lo que siento.

El hombre del bosque [COMPLETA]✓Onde histórias criam vida. Descubra agora