Extra-Kreh

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Esos son… ¿disparos?


Inmediatamente me levanté del suelo y sacudí mis manos llenas de nieve. Miré a mis alrededores tratando de descifrar de dónde venían. Los disparos no cesaban, sonaban muy fuerte y en un sola dirección: la dirección en la que tenía prohibido ir por Herk.

Corrí a cuatro patas hacia ese lugar sin importarme lo que me hubiera dicho el pelón ese. Esos sonidos no estaban en nuestro trato de “si escuchas esto no vayas”.

Llegué tan rápido como pude al lugar, observando todo detenidamente. Herk tapaba a los niños con su cuerpo, y aunque algunos se salían de su delgada figura las balas daban directamente a él. Sintiendo yo también el impacto de ellas.

Desgraciados…

Ya podía sentir mi sangre hirviendo junto con la respiración acelerada. Sin embargo, dirigí mi vista a donde provenían las balas. Eran las mismas personas que vi alrededor del bosque, sus raras armas apuntando y disparando hacia Herk, mientras que otro hombre alto y fornido mantenía una de sus manos levantada, completamente abierta y recta.

En ese momento mi vista se distorsionó, mis latidos eran tan fuertes que los podía oír con claridad en mis oídos. Mi respiración cada vez era más irregular. Me dolía la parte trasera de la cabeza inmensamente, sentía un cosquilleo en mis pies y manos con ganas de correr y matar a todo el mundo.

Di un paso al frente inconscientemente. Con toda la fuerza que pude reunir me detuve, pero minutos después escuché una voz que no reconocía, haciendo que me congelara por la sorpresa.

—Tienes que irte.

—¡¿Quién dijo eso?! —me giré sobresaltado, mirando hacia todos lados. Pero no había nadie.

—Yo, el bosque —el viento soplaba haciendo mover las ramas de los árboles.

—¿Qué? —dije, incrédulo—. Creo que el golpe ya me afectó a niveles psicológicos más profundos —reí sin gracia.

—Kreh, estoy hablando en serio. Soy el bosque. Antes solo hablaba con Herk, pero ahora me toca hacerlo contigo —su voz era como un suave susurro, pero lo suficientemente alto para poder escucharlo sin problemas. No sabría identificar si era femenina o masculina.

—Ok… entonces, ¿no estoy loco? —me ardían los ojos.

—No, Kreh —rio con suavidad—, solo te hablo para dejarte un mensaje.

—¿Qué…? Ahg —me agarré la espalda haciendo una mueca—¿Qué mensaje?

—Que debes irte lo más lejos que puedas de aquí.

—Estas mal si crees que haré eso —mire en dirección a Herk, el humano musculoso lo había apuñalado por lo que ahora Herk le daba su merecido—. Tengo que ayudarlo, es mi hermano de emociones.

—Lo sé, pero si vas y lo ayudas, a parte de haber roto la promesa que le hiciste, lo más probable es que no solo lastimes a los militares, sino también a los niños.

Me lo pensé un momento, ignorando el dolor de cabeza que solo iba en aumento. La verdad sí tenía razón, lo único que lograría sería hacer más daño y traería muchos problemas. Asentí con la cabeza mirando el piso, me sostuve de nuevo en cuatro patas y corrí lo más lejos que pude. Me seguía doliendo horriblemente la espalda y podía sentir la ira de Herk. Nunca lo había sentido tan molesto.

—Fue un placer conocerlos y acogerlos en mí. Lamento que esto haya pasado, pero no se puede desafiar al destino —escuché de nuevo aquella voz.
—¿De qué…? —no pude terminar de hablar ya que una ráfaga de dolor aún más fuerte me atravesó el pecho por el lado izquierdo. Oh no.

Caí al piso escupiendo sangre casi al instante, el dolor fue aumentando horriblemente haciendo que quedara de espaldas contra el piso. Nos habían dado en el corazón.

Aunque mi cuerpo no estuviera perdiendo sangre el dolor era insoportable. Como si me estuvieran desgarrando desde adentro, algo que nunca había sentido hasta hoy. En cambio, Herk tiene más tolerancia al dolor que yo, lo cual siempre me a dado envidia ya que yo siempre he sido el que se mete en problemas y él… me saca de ellos.

O bueno, lo hacía.

¿Estás ahí?

Escuché a Herk decirme. Hablamos unos momentos en los cuales parecía angustiado. No quería irse. Y estaba consciente de que él sabía que había ido, que estuve a punto de causar una masacre, pero en ningún momento me dijo nada, ni siquiera lo sentí molesto ni ningún sentimiento negativo con respecto a ello.

Solo espero hayas formado niños de bien —le dije al tiempo que cerraba los ojos. Ya era hora y él lo sabía.

Que hayamos Kreh, que hayamos formado niños de bien —cerró sus ojos también.

La verdad, estoy bien con por fin descansar. No pensé que lo haría tan pronto, pero no me arrepiento de nada de lo que hice en todos mis años de vida.

Aunque me hubiera gustado haber muerto solo yo. O mejor aún, que esos humanos nunca hubieran aparecido.

✍︎✍︎✍︎

Holiiissss

Weno gente aquí un extra de lo que pasó Kreh cuando Herk murió jsjs.

Abriendo heridas, lo sé.

Aún así me aman *momento egocéntrico*

Bueno ya, ya. Espero les haya gustado tanto el extra como el libro en total<3

No sé si haré más extras, ya que este lo tenía escrito desde hace unos pocos meses porque quería que vieran qué pasó con Kreh ese día. Pero bueno, solo me queda decirles que gracias por todo, por compartir conmigo esta historia de principio a fin. Por los que se quedaron como fantasmas, por los que votaron y por los que comentaron.


Ya me agradan y ni los conozco<3

Pueden pasarse por mis demás historias y así poder seguir compartiendo lo que sale de mi desastrosa cabeza<3

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¡Hasta la próxima historia mía que lean!

El hombre del bosque [COMPLETA]✓حيث تعيش القصص. اكتشف الآن