CAPÍTULO 46 (EPÍLOGO)

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Una despedida que perdurará por siempre y para siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones, como los besos que nos dimos en el día en que las flores florecían entre el ramo de nuestro amor

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Una despedida que perdurará por siempre y para siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones, como los besos que nos dimos en el día en que las flores florecían entre el ramo de nuestro amor. Así quedarán permanentemente en el filo del hilo enredado entre nuestros dedos, mientras caminamos en medio de este jardín. El jardín de nuestra juventud.

Pero, ¿qué es lo que vendrá? Detrás de todo el sufrimiento, ¿qué es lo que nos espera?

8 años después.

Pues la espera para saberlo termina aquí, dónde la magia está por comenzar en medio de Escocia. El lugar que verá crecer a tres de las personas más hermosas del mundo. ¿Crees que es posible amar a tres personas?

"¿Son ellos?"

"Pensé que eran geniales... pero no lo son."

— Lixie, ¿estás seguro de lo que harás? Verás, no sé si después te arrepentirás eh, pero es mejor prevenir que lamentar.

Menciona una chica frente a él, mientras termina con los últimos arreglos de su maquillaje. Este no sabe a lo que se refiere pero sólo ríe levemente, con esas pecas que resaltan más que nada.

Felix: Yo-

¿Lo crees?

Jisung: Claro que él no lo hará.

Entonces como si el mundo se hubiese juntado hoy, una persona más se suma a la fiesta en medio del camerino del próximo esposo de esos dos chicos que están fuera esperando casi más que desesperados a que salga. Pues ya no pueden más de tan sólo pensarlo. En pensar que el menor...

¡Que Felix se iba a casar con ellos!

De algo había valido la espera, ¿cierto?

Cómo la espera también le valió a Lee Felix, el mismo que logra escuchar todo lo que dicen en su propia boda. Aunque era una pena que hayan tenido que viajar a otro país para hacerlo.

Pero no importaba. Él quería a esos chicos y eso era lo único que le importaba.

¡Y claro! Lo que decía Han Jisung.

Jisung: Por algo afuera están esos dos con unas esposas de este tamaño para detenerlo —dice midiendo con dos de sus dedos dieciséis centímetros antes de reír— ¿no es cierto, Lix?

Felix: Bueno... —ríe avergonzado pues sabe que no está bromeando. Ellos realmente tienen unas esposas en sus pantalones.

Lo peor es que si sabe de dónde los han sacado, pues después de ocho años de vivir juntos, algo tenía que revivir la llama del amor todos los días.

No era su culpa que le gustara el BDSM.

Le gustaba lo agresivo que eran en la cama, pero eso no deberían saber lo demás, así que sólo miró hacia otro lado antes de escuchar las risas de tanto su maquilladora y su mejor amigo. Eso hizo que su corazón se calentara, volviendo a lo que pasó años atrás, quedándose mirando fijamente a un punto en el piso, mientras su boca formaba una gran sonrisa.

GEMELOS HWANG [Hyunlix | Finalizado]Where stories live. Discover now