Basilisco

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Entrar a la cámara de los secretos no fue tan difícil. Lo que más les costó trabajo fue hacer que el fantasma del baño se fuera. Tom había convencido a Harry de fingir ser Peeves bajo la capa invisible para hacerla huir con lloriqueos de poltergeists groseros. Harry decidió que hablaría con Peeves para que, en el futuro, solo tuviera que pedirle favores en vez de hacerse pasar por él.

Eso sería bastante útil para entretener a los profesores y a Filch, especialmente, cuando fueran por la piedra.

Y hablando de piedra...

Harry no lo había notado y fue hasta que Tom lo señaló que se dio cuenta de todas las pistas que prácticamente aparecían en sus manos: Hagrid hablando de cosas misteriosas dentro del castillo cuando Harry estaba cerca, Dumbledore mencionando cómo había Slytherins capaces de ignorar su naturaleza "malvada" y actuar por el bien mayor. Snape siendo más insufrible que de costumbre y actuando como un espía mediocre.

Casi parecía que querían que Harry investigara la piedra y que siguiera a Snape. Sin Voldemort en el camino, Tom apostó a que el profesor de pociones debía actuar como si estuviera interesado en la piedra y que, como parecía odiar a Harry y se esperaba que él sintiera lo mismo por el amargado profesor, no permitiría que la tomara.

—Velo por el lado bueno —añadió Tom —si esperan que vayas por la piedra, será mucho más sencillo de lo que creemos. Incluso los obstáculos que mencionó Voldemort serán pan comido. Están diseñados para que los pases y atrapes a Snape intentando robarla.

Harry no quería ser paranoico, pero incluso Gregory mencionó cómo todos parecían esperar que Harry hiciera algo. Y para que Gregory, de todos, notara algo extraño, significaba que era algo realmente evidente.

Que Harry no se hubiera dado cuenta se debía más a que estaba sumido en sus propios planes, trabajo escolar y entrenamientos de quidditch.

Pero eso era parte de su vida cotidiana en el colegio. Regresando a la cámara de Salazar Slytherin, Harry notó que Tom estaba más emocionado que de costumbre. Incluso decidió salir de la mente de Harry por un rato y caminaba alegremente por los pasillos oscuros y sucios que conducían al hogar del basilisco.

Era algo extraño, sentir su magia fuera de sí mismo y mezclada con la magia que era puramente Tom. Lo mismo que sentía en el diario cuando solo era un objeto, pero no lo hacía sentir diferente. Parecía que su magia y la de Tom se completaban de cierta forma pero Harry no quería preguntar, y aún no sabía exactamente qué investigar.

—Cuando le hables, tendrás que dejar que olfatee tu sangre —decía Tom —así sabrá que eres el heredero de Slytherin y tendrá que escucharte.

—Creí que tu eras el heredero —dijo Harry con un poco de fastidio, tratando de no pisar ningún hueso y piel.

—Y ahora vivo en ti —Tom respondió con un encogimiento de hombros —créeme. Funcionará.

Harry suspiró y siguió al adolescente hasta el final de un túnel.

La cámara no era como Harry había imaginado. Las mazmorras eran oscuras, húmedas y la falta de luz las hacía ver pequeñas. La cámara, en cambio, era bastante grande, adornada con estatuas de serpientes cada tres pasos y una gran estatua de quien Harry reconoció como Salazar Slytherin. También había varios túneles que llevaban a otras secciones de la cámara y el agua verdosa del lago se filtraba por algún lado, creando diversas fuentes a lo largo del lugar.

—Ábrelo —ordenó Tom casi vibrando de emoción —y no olvides decirle que por ahora cierre los ojos. Solo necesita su lengua para reconocerte.

Harry hizo una mueca y miró hacia la estatua.

Harry Potter y el alma perdida - abandonadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora