Primera resaca emocional - 011

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º· 28 de marzo del 2022 ·º

Daven McClaire Alonso

Anoche llegamos a casa y me fui directamente a la habitación; al entrar, dejé la bandolera tirada en la cama y entré en el baño propio de la habitación.

No podía sacar de mi mente, los ratos y momentos con Sasher y en la quedada del nueve de abril, antes de irme.

Cuando me acosté, sentí la cama, ser nube del cielo en mi cuerpo y yo volar en ella. Cerré los ojos y nos volví a ver; él exactamente igual de bueno y guapo como lo vi.

Yo, despampanante con el vestido verde, cruzando puertas y miedos de la mano.

Recordé la parte de la sala y el punto de interrupción de mi primo.

Qué, aunque molesto, fue la salvación de culpa.

Al despertar miro al lado y sonrío. Alargo mi mano y al coger el móvil, veo sus mensajes.

Me muerdo el labio inferior y suspiro profundamente.

Sasher

— Desearía tenerte aquí para pasarnos horas hablando de ayer y lo que ocurra.

— Buenos días, Davis.

— Cuando despiertes, háblame, lo necesito.

 — Necesito sentirte cerca Daven.

Me los quedo releyendo varios minutos y ya ni cuento las veces que me he mordido el labio. Suspiros constantes y incansables que me sofocan.

¿Será hora de avanzar? ¿Será que lo necesito a él para que mejore mi vida? ¿Será él mi para siempre?

— ¿Y si es verdad que él es para mí?

Desde que chocamos esa tarde y vuelve a llevarse con mi primo, cuando pasamos momentos juntos, me siento más segura y anoche, fue la afirmación de que atreverme a romper la barrera y esas "normas" que me puse, fue lo mejor.

— ¿Bajas, nena?

 Asiento y me incorporo, me quedo sentada, mirando mi móvil y empanada, pensándole.

Parpadeo varias veces y me toco la cara para centrarme y me levanto para mirarme al espejo y sonreír.

— Vamos Daves; podemos con todo. Hasta hundida sumerges. Si vuelves a caer, sola o con ellos, resurgirás.

Bajo y entro en la cocina, el recuerdo de la vez en la que asumí mis sentimientos por él, me azota y me acelero.

— Buenos días, princesita.

— Buenos días, sargento.

 — Serás.

— Hermanita...

— Te llevo. Desayuna bien primis.

 Sola de nuevo, como esa vez.

Vuelvo a mirar sus mensajes y veo que no respondí.

— Hola, buenos días Sash. Los he visto, pero se me han quedado por responder.

— Estoy sola en la casa... Si quieres nos vemos.

 Mientras él responde, yo dejo el móvil en la mesa y me preparo el desayuno.

Tomándome luego eso que me ayuda a subir el ánimo.

—¿Sola, sola?

 — SOLA.

— No sé si es lo mejor.

Mrs Baker Alonso's ❣️ Mireia Campdelacreu Ortega ❣️✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora